
Final de Gran Hermano 2025: Tato, Luz o Ulises, uno será campeón esta noche
A pocas horas del cierre, un repaso de quiénes son los tres finalistas y cómo llegaron hasta acá
Después de más de seis meses de encierro, la edición 2025 de Gran Hermano llega a su fin esta noche. Desde las 22:30 por Telefe, la casa más famosa del país se despide con tres participantes que lograron sobrevivir a todo: alianzas, traiciones, placas reñidas y el juicio constante del público.
Los finalistas que se jugarán el premio mayor son Ulises Apóstolo, Santiago “Tato” Algorta y Luz Tito. Tres perfiles muy distintos, pero con algo en común: son los únicos que permanecen desde el arranque, el 2 de diciembre.
La salida de Eugenia Ruíz en la gala del lunes definió la terna final. Con su partida, se encendió la euforia. Gritos, emoción y un chapuzón colectivo en la pileta marcaron el inicio del tramo decisivo.
A horas de que uno cruce la puerta como ganador, repasamos quiénes son, cómo jugaron y por qué están hoy a un paso de la gloria.
Ulises Apóstolo: el estratega invisible que descolocó a todos
Córdoba está en vilo por Ulises Apóstolo Borleto, politólogo de 27 años, asesor en el área legal de un funcionario y especialista en comunicación digital. Supo jugar en las sombras, generando tensión sin exponerse.
Desde el comienzo integró “Los causas”, un grupo que incluía a Chiara, Renato, Jenifer y Giuliano. En ese esquema, se construyó como un líder incómodo: hacía que los otros se desgasten mientras él observaba desde el sillón con su mate.
Su vínculo más fuerte fue con Chiara Mancuso, con quien conformó una dupla clave. Ella daba la cara; él operaba en silencio. Una fórmula que lo mantuvo a flote incluso en las nominaciones más bravas.

Ulises habló poco de su vida personal, aunque insinuó haber vivido con discreción su intimidad. “Nunca presenté a nadie en casa”, dijo antes de entrar, mostrando un costado reservado que también se reflejó en su juego.
En las últimas semanas moderó su tono. Tal vez por conveniencia, buscó acercarse más a Luz y Tato, con quienes había tenido varios roces. Sin perder el estilo, afinó su convivencia hacia el final.
También es el más cuidadoso con la estética: eligió con pinzas cada look de gala, ganó un auto 0 km en un desafío y usó el concepto de “show” como carta de identidad, lo que le valió una complicidad especial con el conductor Santiago del Moro.
Hoy, espera la final con el aplomo de quien sabe que, gane o no, su juego fue involucrarse poco y salir bien parado.
Santiago “Tato” Algorta: el estratega irresistible que incomodó a todos y lidera afuera
Uruguayo, provocador y sin miedo al qué dirán, Tato fue el que más ruido hizo dentro y fuera de la casa. Se presentó con una frase que definió su postura: “Siempre quiero ser el más lindo”.
Su seguridad en sí mismo y su concentración en el juego, fue parte integral de su estrategia. Desde el principio formó un tridente con Luciana y Luz, enfrentándose a Ulises y Chiara en una de las grietas más marcadas de esta edición.
Con más de 500 mil seguidores en Instagram, lidera en las redes. Su popularidad fue creciendo a fuerza de placas salvadas, frases filosas y una relación ambigua con Luz, que despertó simpatía y críticas.

Tato resistió varias embestidas por su cercanía con Luz, una amistad intensa que nunca cruzó el límite romántico, ya que ella sostuvo en todo momento su vínculo con el español “Pestañas” Murcia, que la visitó en la casa y aún la espera afuera. Lejos de frenar sus gestos, el rechazo de Luz expuso una faceta poco vista en él: vulnerable, frustrado y, por momentos, desorientado. Ese costado emocional sorprendió tanto a sus compañeros como al público.

A lo largo del certamen, se mantuvo firme en su postura, polarizando pero sin perder autenticidad. Eso le permitió resistir las eliminaciones y llegar a esta instancia con el respaldo de una audiencia que lo ama o lo odia, pero nunca lo ignora.
Luz Tito: de Jujuy a la final, con resiliencia y silencio incómodo
Tiene 21 años, es de Jujuy y es la más joven del trío finalista. Su camino a la casa fue largo: pasó muchos castings hasta lograr entrar. Ya adentro, se mostró observadora, paciente y fiel a sí misma.

Trabajó como vendedora de pasajes, camarera, niñera y hasta encargada de guardarropa. Esa experiencia se tradujo en adaptabilidad, algo vital para sobrevivir en Gran Hermano.
Desde el inicio se unió a Tato y Luciana. Ese trío fue criticado y resistido, pero aguantó. Su gran momento fue eliminar a Chiara Mancuso en una placa inolvidable, que la reposicionó por completo.

Con la eliminación de Chiara, logró cargar en sus espaldas con el sexto duelo mano a mano en placa, conocido como "versus". Los otros cinco participantes que no pudieron contra la jujeña fueron: Brian, Jenifer, Nano, Bati y Cata.
En una emotiva gala, eligió “Yellow” de Coldplay para contar su historia. “Sufrí mucho en Jujuy… entendí que mi paz mental va primero, incluso que la familia”, dijo entre lágrimas.
Su relación a distancia con “Pestañas”, a quien conoció en Irlanda, fue otro eje emocional. Él ingresó en dos oportunidades: primero en “Congelados” y luego como participante temporal, dándole a Luz una inyección de energía.

Con casi 400 mil seguidores, Luz construyó un fandom sin escándalos. Su fortaleza fue crecer en silencio, resistir placas y mostrarse genuina. Hoy, es la finalista que más transformaciones atravesó desde aquel 2 de diciembre.
Han superado estrategias ajenas, vínculos rotos, traiciones, nominaciones y aislamiento. Ulises, Tato y Luz no solo llegaron hasta el final: sobrevivieron al juego más expuesto y feroz de la televisión.
Hoy, uno de ellos se consagrará como el verdadero vencedor de esta edición histórica.
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