
Trabajadores de Petroquímica Río Tercero llaman a concentrarse frente a la planta
Reclaman el pago de salarios y rechazan despidos que afectan a decenas de empleados desde octubre del año pasado.
El conflicto laboral en Petroquímica Río Tercero se mantiene sin solución y acumula más de diez meses de tensión, marcados por despidos y sueldos impagos. Los trabajadores sostienen que la falta de respuestas por parte del directorio profundiza la crisis y evidencia una falta de voluntad para negociar. El malestar crece entre los empleados y la comunidad local, que ve con preocupación el deterioro de una fuente de empleo clave para la región.
En este contexto, el próximo lunes a las 11 se llevará a cabo una concentración en los portones de la planta, ubicada en la Ruta Provincial 6. Los operarios convocan a vecinos, sindicatos, organizaciones sociales y políticas, estudiantes y jubilados para acompañar el reclamo.
“Convocamos a la familia química y petroquímica, sindicatos hermanos, organizaciones sociales y políticas, universitarios, jubilados y jubilados de toda la provincia a concentrar este Lunes 11 de Agosto a las 11:00 hs en los portones de la empresa”, señala el comunicado oficial.
La decisión de movilizar surgió tras una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo donde, según los gremios, la empresa no presentó ninguna propuesta para destrabar el conflicto. Desde octubre de 2024, la planta redujo su actividad, alegando problemas financieros, lo que derivó en cesantías y atrasos salariales reiterados. La incertidumbre crece mientras se multiplican las denuncias por incumplimientos laborales y se pide la intervención urgente de las autoridades provinciales.

Respaldo sindical y preocupación comunitaria
Los sindicatos del sector han manifestado su apoyo y advierten que la situación podría agravarse si no se reanudan las negociaciones con el directorio. En reiteradas oportunidades, los gremialistas denunciaron que la empresa incumplió acuerdos previos y que no existen garantías de continuidad laboral para el personal. Las medidas de fuerza, que incluyen paros y movilizaciones, buscan visibilizar el conflicto y presionar por una solución concreta.
En Río Tercero, la petroquímica es considerada un motor económico que aporta empleo directo e indirecto a cientos de familias, por lo que su crisis genera un fuerte impacto social. Comerciantes y vecinos expresan que la paralización de la planta afecta el consumo local y altera la dinámica económica de la ciudad. Las autoridades municipales siguen el caso de cerca, pero aseguran que la resolución depende de las negociaciones entre la firma y el Ministerio de Trabajo.
Mientras tanto, los trabajadores mantienen guardias frente a la planta para impedir el ingreso de camiones y evitar posibles maniobras que afecten el reclamo. La tensión se refleja en la vigilancia permanente, en la difusión de comunicados y en la presencia de delegados sindicales en el lugar. La expectativa está puesta en que la movilización del lunes logre sumar presión y abrir una instancia real de diálogo.
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