
China aplicó una demencial restricción de exportaciones a minerales de tierras raras
El régimen de Xi Jinping anunció una serie de medidas extremas a la exportación de minerales de las tierras raras, perjudicando a la economía global.
El 4 de abril de 2025, China anunció restricciones a la exportación de elementos de tierras raras, como parte de una respuesta a los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que incrementa las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo.
Estas restricciones afectan principalmente a siete elementos de tierras raras críticos: samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio y elementos relacionados con el itrio. Estos minerales son esenciales en diversas industrias, desde la defensa hasta la electrónica y las energías renovables.
China, que produce alrededor del 90% de las tierras raras del mundo, se posiciona como un actor dominante en este mercado, lo que le otorga una gran capacidad para influir en los flujos de suministro globales.
Las restricciones no solo afectan a las exportaciones hacia Estados Unidos, sino también al resto del mundo. En particular, los productos afectados incluyen tanto los minerales extraídos como los productos terminados, como imanes permanentes, que son cruciales para sectores como la fabricación de aviones, misiles y sistemas de comunicaciones.

Esto pone a empresas estadounidenses como Lockheed Martin, Tesla, Apple y otras en una situación difícil, ya que dependen en gran medida de las tierras raras chinas en sus cadenas de suministro.
China ha dado señales de que podría tomar medidas impopulares como esta durante años, especialmente a medida que las tensiones comerciales con Estados Unidos se intensificaron bajo la administración Trump.
En respuesta a los aranceles del 54% impuestos por Estados Unidos a la mayoría de los productos chinos, Beijing optó por implementar controles más estrictos sobre los minerales esenciales para la fabricación de una variedad de productos, desde smartphones hasta vehículos eléctricos y sistemas de defensa avanzados.
Estos elementos también son vitales para tecnologías de vanguardia como los satélites y las armas hipersónicas.

El impacto de estas restricciones no se limita a la industria estadounidense; la cadena de suministro global de tierras raras podría verse gravemente afectada, con mercados como Japón y Corea del Sur convirtiéndose en fuentes alternativas clave de estos materiales.
Sin embargo, las capacidades de producción fuera de China son limitadas, lo que incrementa la dependencia de los países occidentales respecto al suministro chino. El economista Ryan Castilloux, fundador de Adamas Intelligence, señaló que las lunáticas restricciones de China provocarán una “lucha por el acceso” a fuentes alternativas de suministro.
Además de las repercusiones comerciales, la seguridad nacional de Estados Unidos se ve amenazada, especialmente en lo que respecta a sus sistemas de defensa.

Mark A. Smith, CEO de NioCorp Developments, un desarrollador estadounidense de minerales raros, calificó las medidas chinas como un “golpe de precisión” contra las cadenas de suministro del Pentágono.
Smith destacó que los elementos de tierras raras son “elementos cuellos de botella”, cuya falta podría hacer que el hardware avanzado del Pentágono pierda su superioridad frente a otras naciones.
El gobierno de Estados Unidos ya ha comenzado a tomar medidas para reducir su dependencia de China. En marzo, Trump invocó poderes de guerra bajo la Ley de Producción de Defensa para abordar la dependencia del país de minerales críticos importados.
Esto refleja un esfuerzo más amplio para desarrollar capacidades domésticas en la minería y el procesamiento de tierras raras. La administración también ha invertido en iniciativas como el financiamiento de proyectos de reciclaje de tierras raras, para mitigar la necesidad de importar estos materiales.

Empresas como Ucore Rare Metals están trabajando para establecer cadenas de suministro más independientes en América del Norte. Ucore, que está desarrollando una tecnología de refinación llamada RapidSX, ha recibido financiamiento clave de gobiernos tanto de Estados Unidos como de Canadá.
La compañía está trabajando para construir una planta de procesamiento de tierras raras en Louisiana, lo que podría reducir significativamente la dependencia de fuentes extranjeras.
A medida que los gobiernos y las empresas buscan alternativas, la creciente demanda de estos materiales podría cambiar el panorama global, acelerando el desarrollo de fuentes de suministro más diversificadas y sostenibles.
Sin embargo, mientras China continúe ejerciendo su influencia en la producción de tierras raras, los esfuerzos para independizarse y asegurar el suministro de estos materiales serán cruciales para las economías que dependen de ellos.

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