
Estados Unidos aplicó durísimas sanciones a Sudán por el uso de armas químicas
El gobierno de los Estados Unidos aplicó impactantes sanciones contra el africano por la utilización de armas químicas.
El gobierno de Estados Unidosanunció la imposición de nuevas sanciones contra Sudán tras determinar que su ejército utilizó armas químicas durante el conflicto civil que mantiene desde 2023 con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Según el Departamento de Estado, esta decisión se basa en la Ley de Eliminación de Armas Químicas y Biológicas de 1991 (CBW Act) y se comunicó al Congreso el 24 de abril de 2025. Las sanciones entrarán en vigor el 6 de junio, tras un periodo de notificación de 15 días.
Las medidas incluirán restricciones a las exportaciones estadounidenses a Sudán y la limitación del acceso del país a líneas de crédito del gobierno estadounidense.
En el comunicado oficial, la portavoz Tammy Bruce indicó que Sudán fue declarado en incumplimiento del Convenio sobre Armas Químicas (CWC), del cual es firmante. Washington instó al gobierno sudanés a cesar el uso de este tipo de armamento y a respetar sus compromisos internacionales.

Aunque no se especificaron los detalles técnicos sobre las armas empleadas, el New York Times había informado en enero de que el ejército sudanés habría utilizado gas cloro en dos ocasiones durante 2024.
Estas acciones se habrían producido en zonas remotas no identificadas y, hasta incluso, se ha conocido acerca de evidencia visual que confirme el uso de dichas armas.
El gobierno sudanés reaccionó enérgicamente, calificando las acusaciones como ''infundadas'' y carentes de pruebas. El ministro de Cultura e Información, Khalid Al-Ayesir, denunció la decisión estadounidense como ''chantaje político'', señalando que deteriora aún más la credibilidad de Estados Unidos en la región.

Además, acusó a Washington de fabricar una narrativa para desviar la atención internacional y proteger a ''actores ilegítimos'' implicados en crímenes contra el pueblo sudanés.
También recordó un episodio de 1998, cuando Estados Unidos bombardeó la fábrica farmacéutica Al-Shifa en Jartum, bajo la correcta acusación de que estaba vinculada a la producción de armas químicas y a la red de Osama bin Laden.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores sudanés expresó su ''profunda consternación''' por el proceder de Estados Unidos, afirmando que no se recurrió a los canales diplomáticos adecuados. Además, reiteró el compromiso de Sudán con el CWC.
El conflicto entre el ejército sudanés y el RSF ha causado más de 150.000 muertes en dos años. Aunque las fuerzas gubernamentales han retomado el control de la capital, Jartum, la violencia continúa en otras regiones. Aproximadamente 12 millones de personas han sido desplazadas y 25 millones requieren asistencia alimentaria.

Ambas partes del conflicto han sido acusadas de crímenes de guerra, aunque lo niegan. Estados Unidos ya había sancionado en enero a los líderes de ambos bandos: Abdel Fattah al-Burhan, líder militar, fue acusado de socavar la transición democrática, y el jefe del RSF, Mohammed Hamdan Dagalo (Hemedti), fue señalado por genocidio por el exsecretario de Estado Antony Blinken.
Las nuevas sanciones podrían tener un impacto limitado, ya que Sudán ya está sujeto a diversas restricciones previas. Según la agencia AFP, la economía del país ya sufre graves limitaciones.
Este anuncio también se da en un contexto de tensiones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos (EAU), a quienes el gobierno sudanés acusa de suministrar armas al RSF, algo que el país del Golfo niega. En paralelo, sectores del Congreso estadounidense han buscado bloquear ventas de armas a los EAU debido a su supuesta implicación en el conflicto.
Finalmente, un tribunal de la ONU rechazó este mes una demanda de Sudán contra los EAU por genocidio, lo que ha incrementado aún más la presión diplomática sobre Jartum en medio de una crisis humanitaria de gran escala.

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