
A pesar de los grandes esfuerzos de Trump, fracasan las charlas entre Rusia y Ucrania
Luego de que el presidente de los Estados Unidos lograra alcanzar grandes avances en las negociaciones entre Putin y Zelenski, los líderes dieron marcha atrás.
Las esperanzas de una reunión histórica entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladimir Putin y Volodymyr Zelenski, en Estambul este jueves se desvanecieron luego de que el Kremlin confirmara que Putin no asistiría personalmente a las conversaciones de paz.
En su lugar, Moscú envió una delegación encabezada por el asesor presidencial Vladimir Medinsky, acompañado por altos funcionarios como el viceministro de Exteriores Mikhail Galuzin, el viceministro de Defensa Alexander Fomin y el jefe de inteligencia militar Igor Kostyukov.
La ausencia de Putin generó una respuesta inmediata por parte de Ucrania. Zelenski, quien había declarado estar dispuesto a reunirse cara a cara con el presidente ruso por primera vez desde la intensificación de la guerra en febrero de 2022, optó por no asistir a las conversaciones y delegó la representación ucraniana en su ministro de Defensa, Rustem Umerov.

Durante una rueda de prensa en Ankara, tras reunirse con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, Zelenski calificó a la delegación rusa como un ''equipo de segunda categoría'' y expresó su decepción por lo que consideró una señal poco seria por parte del Kremlin.
Mientras tanto, Rusia respondió con tono hostil. El canciller ruso Serguéi Lavrovcalificó de ''patético'' a Zelenski por exigir la presencia de Putin, y la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, lo llamó ''payaso'' y ''perdedor''.
Esta retórica elevó la tensión en torno a unas conversaciones que, en teoría, habían sido propuestas por el propio Putin días antes como un intento de iniciar negociaciones directas para resolver el conflicto.

Medinsky, un ferviente defensor de la conquista de las tierras en Ucrania y editor de un controvertido libro escolar que justifica la guerra como una reacción necesaria frente a amenazas occidentales, afirmó en Telegram que Rusia busca una ''paz duradera'' y ''abordar las causas profundas del conflicto''.
Sin embargo, su presencia como negociador principal fue interpretada por Kiev como una maniobra para evitar avances reales en las negociaciones.
En paralelo, el presidente de Turquía y su canciller Hakan Fidanexpresaron moderado optimismo. Fidan afirmó que, si las posturas se alinean y se establece confianza entre las partes, se podría dar ''un paso muy importante hacia la paz''.
Turquía, como mediador tradicional entre Rusia y Ucrania, ha reiterado su apoyo a cualquier proceso diplomático que lleve al cese de las hostilidades.

Estados Unidos, por su parte, se mostró escéptico respecto al desarrollo de las conversaciones. El presidente Donald Trump, en plena gira por Medio Oriente, declaró desde su avión presidencial que no espera progresos reales hasta que él mismo se reúna cara a cara con Vladimir Putin.
''Nada va a pasar hasta que Putin y yo nos sentemos juntos'', dijo Trump, quien también señaló que no le sorprendió la ausencia del líder ruso en Estambul.
Trump también había propuesto nuevas sanciones contra Rusia si no avanza hacia un acuerdo con Ucrania, y en días recientes ha reforzado su papel como figura central en la diplomacia internacional.

Esta postura refuerza su intento de posicionarse como el único líder capaz de influir decisivamente en el rumbo de la guerra, en contraste con la política más institucional de sus predecesores.
El ambiente en Estambul fue de incertidumbre. Turquía confirmó que las delegaciones estaban presentes y que las conversaciones podrían tener lugar en la segunda mitad del día, pero no se estableció un horario oficial. Rusia, por su parte, afirmó que su equipo estaba listo para reunirse, pero señaló que la delegación ucraniana aún no había llegado.
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