
Morena impulsa como juez a ex-narcotraficante condenado en EE.UU.
Leopoldo Chávez Vargas, preso por tráfico de metanfetaminas, ahora aspira a dictar justicia en México
Postulado por el Comité del Legislativo, Leopoldo Chávez Vargas reconoció haber pasado casi seis años preso por narcotráfico. Hoy busca ser juez federal, con el respaldo del modelo judicial impulsado por Morena.
Chávez fue condenado en Estados Unidos por intentar cruzar la frontera con metanfetamina oculta en un extintor. A pesar de su historial delictivo, ahora es promovido para ejercer como juez de distrito.
Un pasado criminal que no impide un futuro judicial
En un video público, Chávez admite haber sido detenido en 2015 en el puente Lincoln-Juárez. Fue acusado de conspiración, importación y distribución de drogas, y cumplió una condena de cinco años y siete meses en una prisión de Texas.
Tras salir en 2021, regresó a México y en 2024 tramitó su cédula profesional. Poco después, fue contratado como asesor legal en el ayuntamiento de Nuevo Ideal, Durango.
Modelo judicial de Morena: ¿rehabilitación o descaro?
La candidatura de Chávez se alinea con el modelo promovido por el Ejecutivo, donde se eliminan los filtros de antecedentes penales en los nombramientos judiciales.
El caso fue impugnado por el Senado y la Cámara de Diputados ante el TEPJF, pero el gobierno federal mantiene su apoyo al aspirante. Organizaciones como Defensorxs AC han advertido que la postulación representa un riesgo para la independencia judicial por su historial criminal y falta de experiencia.
Premiar el crimen, castigar el mérito
Mientras miles de juristas con trayectoria son ignorados, un exnarcotraficante avanza hacia el Poder Judicial. Esto no es reinserción, es una muestra clara de impunidad institucionalizada.
Morena promueve que su modelo judicial “se acerque al pueblo”, pero si eso significa darle poder a criminales, la justicia pierde toda legitimidad.
"El presidente no quiere un Poder Judicial independiente; lo quiere obediente."
Con nombramientos como este, la llamada Cuarta Transformación deja de ser un proyecto de justicia social y se convierte en refugio para criminales disfrazados de servidores públicos.
La justicia se vuelve un instrumento político, y los ciudadanos siguen atrapados en un sistema lento, ineficiente y cada vez más alejado de la legalidad.
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Consulta también: Lista negra de aspirantes del oficialismo.
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