
Adán Augusto López ignoró el decálogo de Sheinbaum y viajó a Paris en primera clase
El morenista viajó con una mujer y un asistente. Cada boleto en esa clase tiene un costo aproximado de 311 mil 549 pesos
Mientras Morena presume sus principios de austeridad y repudia públicamente los lujos del viejo régimen, sus propios miembros parecen estar atrapados en los mismos vicios que dicen combatir.
Uno de los casos más recientes y escandalosos es el del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Adán Augusto López. El morenista fue captado viajando en un vuelo de lujo rumbo a París, ignorando por completo el decálogo promovido por Claudia Sheinbaum.
Según reveló el periodista Salvador García Soto, Adan Augusto abordó el vuelo AF0179 de AirFrance la noche del domingo 4 de mayo de 2025. Partió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) rumbo al Aeropuerto Charles de Gaulle en París.

La reservación la hizo en la exclusiva clase Premier, acompañado por una mujer y un asistente. Cada boleto en esa clase tiene un costo aproximado de 311 mil 549 pesos.
Este viaje de placer ocurrió justo después de que Morena difundiera su nuevo decálogo de comportamiento político. En el decálogo explícitamente se condena el lujo, el consumismo, los viajes internacionales con recursos públicos y el uso de aviones de alto costo.
¿Qué dice en el decálogo de Sheinbaum?
El documento impulsado por Sheinbaum advierte que “la parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios, no de Morena”
Además, llama a sus militantes a conducirse con humildad, honestidad y sencillez. Entre sus puntos clave, el decálogo prohíbe:
Viajar en aviones privados
Portar ropa de marca
Comer en restaurantes caros
Transportarse en camionetas blindadas con escoltas.

¿Podrán los morenistas ser congruentes y hacer lo que dicen realmente?
Pero los hechos hablan más fuerte que los discursos, pues el viaje de Adán Augusto demuestra una desconexión total entre la narrativa pública de Morena y el comportamiento de sus dirigentes.
Lo que para los ciudadanos comunes representa una burla, para ciertos miembros del partido parece ser simplemente “una costumbre más del poder”.

Este tipo de acciones por sí solas deterioran la credibilidad del movimiento que supuestamente iba a regenerar la vida pública del país. Pero también dejan en evidencia la doble moral con la que opera buena parte de su cúpula.
México es un país donde millones de personas luchan a diario por subsistir, y donde los jóvenes tienen menos oportunidades de construir su futuro. Queda entonces la siguiente pregunta, ¿es aceptable que los políticos viajen a París en primera clase, ignorando las propias reglas que ellos promueven?
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