La izquierda israelí protesta y presiona a Netanyahu para que se rinda ante Hamas
Los manifestantes progresistas quieren un acuerdo con el grupo terrorista islámico y un "alto el fuego".
En medio de la creciente presión de sectores de izquierda israelíes, se han intensificado las protestas violentas contra el gobierno de Benjamín Netanyahu. Estos manifestantes, en su afán de forzar al primer ministro a negociar con el grupo terrorista islámico "Hamás", han impulsado un movimiento que parece ignorar las graves implicaciones de sus demandas.
El jefe del poderoso sindicato israelí Histadrut había convocado una "huelga total" para este lunes, alegando "apoyo a los rehenes" en la Franja de Gaza y presionando para un acuerdo que, en la práctica, significaría ceder ante las exigencias de los terroristas. Sin embargo, un juzgado de Tel Aviv ordenó el cese del paro, que solo duró media jornada, a las 14:30 hora local (11:30 GMT).
El objetivo de las FDI en Gaza
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tienen como objetivo principal rescatar a todos los rehenes y erradicar a Hamás para prevenir futuros ataques terroristas, como el devastador ataque del 7 de octubre de 2023. La postura de los manifestantes, que exigen negociaciones con un grupo que ha demostrado repetidamente su intención de atacar a la población israelí, es no solo peligrosa, sino también contraproducente. Ceder a las demandas de Hamás no solo daría a los terroristas la oportunidad de imponer sus condiciones, sino que también podría abrir la puerta a futuros atentados.
Las recientes manifestaciones se desataron tras la trágica noticia del hallazgo de seis rehenes asesinados en un túnel en la Franja de Gaza. Las Fuerzas Armadas israelíes confirmaron que las víctimas, identificadas como Carmel Gat, Hersh Goldberg-Polin, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y Ori Danino, fueron brutalmente asesinadas por Hamás poco antes de ser encontradas.
Los manifestantes de izquierda están acusando al gobierno de Netanyahu de "ineficacia" por el simple hecho de no querer negociar con los secuestradores de los ciudadanos israelíes. Sin embargo, es importante recordar que el verdadero obstáculo para una tregua efectiva ha sido la postura extremista e inflexible de Hamás, que ha mostrado una clara intención de continuar con sus ataques.
En respuesta a la situación, Netanyahu ha responsabilizado a Hamás por los asesinatos y ha rechazado las críticas que buscan culpar al gobierno por la falta de progreso en las negociaciones. "Quien asesine a rehenes no quiere un acuerdo", afirmó el primer ministro, enfatizando que el gobierno no puede ceder ante el terrorismo.
Mientras el gobierno israelí trabaja para proteger a sus ciudadanos y garantizar la seguridad nacional, los manifestantes de izquierda que presionan por negociar con Hamás no solo socavan estos esfuerzos, sino que también ignoran la realidad de un grupo terrorista implacable que continúa amenazando la estabilidad y la seguridad de la región.
Mientras los soldados israelíes combaten en la Franja de Gaza por recuperar a los rehenes, la izquierda ayuda políticamente a Hamás mediante la exigencia de "acuerdos de alto el fuego" para garantizar su supervivencia. No sería loco pensar que estos grupos de izquierda podrían estar financiados por los mismos terroristas, ya que es algo que ha ocurrido en el pasado.
Hamás, una organización que busca el fin de Israel
Hamás no reconoce la legitimidad del Estado de Israel ni acepta la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947, que proponía la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío. Considera que Israel fue establecido mediante la usurpación de la Palestina histórica y no acepta ninguna reconciliación con los judíos que no implique la renuncia a cualquier pretensión sobre Palestina, incluyendo la totalidad del actual territorio del Estado de Israel.
Esto significa que mientras la izquierda se manifiesta, un grupo islámico que busca el exterminio de Israel (y por lo tanto, de los ciudadanos israelíes) gana terreno. En numerosas ocasiones, los líderes de Hamás han calificado los diálogos entre árabes e israelíes, como los que llevaron a los Acuerdos de Oslo, como una pérdida de tiempo. Promueven la lucha armada y los ataques suicidas contra civiles como medios para alcanzar sus objetivos.
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