
Universidades en Córdoba vuelven con la amenaza ridícula de no empezar el semestre
Rechazan auditorías, pero exigen romper el equilibrio fiscal con más fondos para sostener cargos políticos
Desde las universidades públicas de Córdoba vuelven a agitar el fantasma de que el segundo cuatrimestre está en riesgo. Alegan falta de fondos, aunque el Gobierno nacional giró los recursos en tiempo y forma. Lo que en realidad molesta es que ya no pueden manejar el presupuesto como caja política.
Desde el año pasado repiten el mismo libreto: parálisis, emergencia y supuestos cierres. Pero las universidades nunca dejaron de funcionar. Lo que sí dejaron de hacer fue rendir cuentas de los cargos, los fondos y el uso de los recursos.
El sistema universitario se convirtió en una estructura hipertrofiada que resiste cualquier intento de auditoría. Más que defender la educación, defienden sus privilegios. Si hay algo que está en riesgo, no es la cursada: es la opacidad.

Cargos invisibles, relatos militantes y presupuestos sin control
Desde estos sectores aseguran que se perdieron 10.000 docentes “calificados” por los bajos salarios. Pero no muestran cuántos de esos cargos realmente dictaban clases. Muchos eran nombramientos políticos, con sueldos sin contraprestación real.
La masa salarial se tragó el presupuesto universitario, desplazando a las verdaderas necesidades académicas. Hay carreras sin alumnos, departamentos repetidos y planes de estudio diseñados con militancia, no con criterios científicos.El problema no es la plata: es el modelo.
El gobierno nacional propuso auditorías claras, criterios objetivos de asignación y recortes donde haya desvíos. La respuesta del sistema fue la de siempre: victimizarse, agitar comunicados y negarse al control. El curro no se toca.

La amenaza de siempre: usar a los estudiantes como escudo político
El comunicado de los rectores en el marco del 9 de Julio fue un panfleto político encubierto.Hablaron de excelencia, pero sin mostrar datos ni resultados. Denunciaron falta de fondos, pero no explicaron por qué se niegan a mostrar sus números.
Reconocen que el Ministerio tiene toda la información del personal mes a mes. Entonces, ¿por qué durante años negaron esa trazabilidad? El sistema universitario nacional es uno de los que menos se deja auditar. Y eso no es casualidad.
Agitan con que no hay condiciones para el segundo cuatrimestre, pero desde diciembre del 2023 vienen anunciando el apocalipsis que nunca llega. Porque el Gobierno cumple con el financiamiento esencial. Lo que no financia más es el festival de cargos, consultoras y militancia con plata pública.

La respuesta del gobierno nacional
Tras el comunicado del CIN, el subsecretario de Políticas Universitarias fue contundente: “Las universidades seguirán recibiendo fondos para garantizar su funcionamiento, pero deben transparentar sus gastos”. "El profe" Alejandro Alvarez también remarcó que “no se trata de recortar la educación, sino de ordenar las cuentas”.
“Vamos a acompañar la formación de los estudiantes, pero no vamos a seguir financiando estructuras sin control ni auditoría”, señaló Alvarez. Además, recordó que el Gobierno nacional ya giró más de 80% del presupuesto comprometido para 2025, y que existen partidas específicas para becas y comedores.
“Si hay universidades que dicen que no pueden empezar el cuatrimestre, será porque prefieren cerrar aulas antes que cerrar curros”, sentenció. El mensaje fue claro: no hay ajuste para la educación, pero sí hay fin del despilfarro. Y con eso, se acabó la impunidad presupuestaria.

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