Unos vecinos de La Plata se armaron para defenderse de los delincuentes
El gobierno kirchnerista de Axel Kicillof liberó la zona y los vecinos desesperados, ya no saben cómo defenderse.
Los vecinos de La Loma, un barrio residencial de La Plata ubicado a unas veinte cuadras del palacio de gobierno bonaerense, son víctimas de Axel Kicillof.
La inseguridad por culpa del gobierno kirchnerismo tiene en jaque a los vecinos de esta zona de clase media de la capital provincial. Un cartel clavado en el tronco de un árbol en la intersección de las calles 29 y 37, refleja el sentimiento de los habitantes, quienes, hasta ahora, no encuentran solución: "Zona liberada. Vecinos armados".
Grupos delictivos, con distintos niveles de organización pero siempre violentos, están al acecho, listos para actuar ante cualquier oportunidad. Las víctimas, desesperadas, ya no saben cómo defenderse de este peligro constante.
Ante la repetición de hechos delictivos y la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno kirchnerista de Kicillof, ese mensaje colgado en un árbol simboliza el cansancio y la decisión de recurrir a la autodefensa.
El cartel apareció cinco días después de que delincuentes ingresaran a robar en dos viviendas de la cuadra mientras sus ocupantes no estaban, un tipo de delito que, según los vecinos, es frecuente.
El pasado martes, cuatro delincuentes irrumpieron en dos casas contiguas de la misma calle. Este episodio trajo a la memoria lo sucedido en agosto de 2023, cuando ladrones robaron una caja fuerte de una casa de la zona, llevándose 42.000 dólares, 3.000 euros y otros objetos de valor.
En la misma intersección de las calles 29 y 37, en abril del año pasado, dos motochorros asaltaron a una joven y le robaron la mochila. Además, volvieron a la memoria las imágenes del episodio más impactante que vivió el barrio en los últimos tiempos: un vecino disparó y mató a un joven delincuente que había ingresado en su propiedad.
Este domingo, un vecino decidió colocar el cartel como una expresión de hartazgo, autoprotección y advertencia: "Todos los vecinos estamos de acuerdo en defender lo que es nuestro, lo que tanto esfuerzo nos costó. Esto se terminó: son ellos o nosotros. Estamos cansados y vamos a protegernos", expresó una de las víctimas de los recientes robos, en un diálogo con La Nación.
En el barrio abundan las quejas hacia las fuerzas de seguridad. Los vecinos denuncian que la policía nunca está presente cuando se la necesita, que las respuestas a las denuncias son lentas y que los patrullajes preventivos brillan por su ausencia.
"A pesar de que las estadísticas oficiales indican que bajó el índice de inseguridad, en esta zona los robos no cesan. Generalmente ocurren durante la siesta y después de las seis de la tarde. Los dos únicos patrulleros que tiene el municipio nunca pasan. No hay atención policial. Hace poco, en la calle 41, le robaron una bicicleta amarilla a una mujer mayor", relató Anahí, otra de las víctimas de la última semana.
Entre las calles 30 y 31, entraron a la casa de un carpintero y se llevaron el freezer, dinero e incluso tarros de harina. Hace pocos días, a una chica de 20 años la arrastraron por toda la esquina para quitarle el celular. Las alarmas en la calle 37 suenan constantemente, y ayer robaron en el cruce de las calles 38 y 31", agregó.
Hasta el momento, los oficiales de la comisaría 4ª, responsables de la jurisdicción, no lograron identificar ni detener a los delincuentes ni al vehículo captado por las cámaras de seguridad que los propios vecinos instalaron.
"En la comisaría 4ª cambian de comisario cada seis meses. Nadie toma medidas. Mientras tanto, seguimos reforzando nuestras casas, pero aun así es común que te asalten en la puerta cuando intentás entrar al auto", señaló un vecino que ya sufrió robos en varias ocasiones.
Los residentes coinciden en que los delitos no son fortuitos ni al azar, sino que parecen estar precedidos por una cuidadosa planificación. "El martes pasado robaron en la casa de un vecino. Allí viven diez personas durante todo el año, pero justo ese día a las 15:10 no había nadie", aseguró el vecino asaltado la semana pasada, enfurecido por el abandono de los funcionarios kirchneristas.
"Las cámaras de seguridad instaladas por los vecinos muestran con claridad los vehículos que usan los ladrones. ¿Quién da la información? ¿A quién se la entregan? ¿Quiénes ejecutan los robos? ¿Por qué no hay detenidos? ¿Está la policía involucrada?", cuestionó.
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