Varios taxis amarillos estacionados en fila en una calle arbolada con personas caminando por la acera
SOCIEDAD

Córdoba: taxistas presionan contra apps porque los superan en demanda y mejor servicio

El gremio rechaza la regulación de Uber, Didi y Cabify, que hoy concentran más pasajeros por precio y eficiencia.

La reciente aprobación de una ordenanza que regula a Uber, Didi y Cabify desató un clima de tensión en el sector de taxis cordobés. Los representantes del gremio reaccionaron con advertencias y amenazas de protesta, en lugar de adaptarse a un escenario de mayor competencia. Mientras tanto, los usuarios siguen eligiendo las apps de transporte por su accesibilidad y rapidez.

Aunque la norma aún debe ser reglamentada por el Ejecutivo, los taxistas ya se declararon en estado de alerta permanente. La queja central no apunta a una supuesta falta de reglas claras, sino al hecho de perder pasajeros frente a plataformas con mayor demanda. Este comportamiento refleja la resistencia a un cambio que los consumidores ya aceptaron.

El gremio sostiene asambleas constantes junto a choferes y permisionarios, evaluando medidas de fuerza contra la ordenanza. Sin embargo, la raíz del conflicto parecería ser que los usuarios priorizan viajes más económicos, sin discusiones por tarifas ni rechazos de recorridos. En ese marco, las aplicaciones lograron consolidar un servicio más previsible que el de los taxis tradicionales.

Un hombre con gafas y barba es entrevistado en la calle por un canal de televisión mientras dos taxis amarillos pasan por detrás y se observa un edificio moderno y árboles al fondo
Miguel Arias, titular del Sindicato de Peones de Taxis | La Derecha Diario

Resistencia frente a la competencia digital

Miguel Arias, titular del sindicato de peones de taxis, aseguró que no descartan manifestaciones tras la reglamentación de la norma. Con esas declaraciones buscan presionar políticamente, pero en los hechos la dificultad es retener pasajeros que ya migraron a las apps. Las quejas, lejos de mejorar el servicio, se enfocan en frenar a quienes ofrecen alternativas más eficientes.

Los usuarios describen que las aplicaciones permiten mayor control sobre tiempos de espera y costos finales del viaje. En cambio, los taxis arrastran problemas como la falta de disponibilidad en horarios clave y quejas por rechazos de trayectos cortos. Esa diferencia en la experiencia diaria explica por qué la demanda se inclinó hacia las plataformas digitales.

A pesar de esta evidencia, el gremio insiste en sostener el modelo actual mediante amenazas de paro o protesta callejera. Esa estrategia revela más el temor a competir que la vocación de mejorar la calidad del servicio. La reglamentación marcará un nuevo escenario donde los pasajeros ya mostraron con claridad su elección.

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