Mientras el equipo de Biden se niega a hablar del tema, la dirigencia demócrata de alto rango quieren que se retire de la carrera cuánto antes.

El desatroso debate de la semana pasada del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha lanzado al Partido Demócrata en una brutal crisis interna. Su pésimo desempeño en el escenario, donde a muchos se les despejaron dudas que efectivamente el líder de 81 años tiene demencia senil, provocó pánico entre los líderes partidarios.

Ya son decenas de altos dirigentes demócratas que han pedido públicamente que Biden desista en su intento de reelección, y dé un paso al costado en la candidatura a presidente, dejándole el camino a otro.

Técnicamente, Biden fue elegido como el candidato del Partido Demócrata por la mayoría de los afiliados, pero su candidatura no se formalizará hasta el 19 de noviembre en la Convención Demócrata, en Chicago, donde los delegados pueden pedir que se realice una convención abierta, donde cualquier candidato, y no solo los más votados de las primarias, puede ser propuesto y sometido a votación.

El primero en hacerlo abiertamente fue el diputado demócrata de Texas, Lloyd Doggett, quien declaró: “Represento el corazón de un distrito del Congreso que alguna vez representó Lyndon Johnson. En circunstancias muy diferentes, tomó la dolorosa decisión de retirarse. El presidente Biden debería hacer lo mismo”.

Por su parte, el exdiputado Tim Ryan, líder demócrata en Ohio y ex oponente de Biden para la nominación de 2020, dijo que cree que la vicepresidente Kamala Harris es el "mejor camino a seguir" del partido, en declaraciones para Newsweek publicados este lunes, acusando a quienes creen que ella tiene menos posibilidades de vencer a Trump que "el Joe Biden que vimos la otra noche y seguiremos viendo" de "no vivir en la realidad" y llamando a Harris una oportunidad para el "cambio generacional".

Por su parte, el famoso periodista y asesor de Biden, Thomas Friedman, reconociendo su amistad con el presidente y describiendo cómo lloró mientras veía lo que llamó un debate “desgarrador”, el columnista del New York Times ganador del premio Pulitzer escribió que Biden “no tiene por qué postularse para la reelección” y que el Partido Demócrata debería llevar a cabo un nuevo “proceso abierto en busca de un candidato presidencial demócrata”.

El cerebro de la economía de Barack Obama, el keynesiano Paul Krugman, aseguró que Biden debe bajarse. “El mejor presidente de mi vida debe retirarse”, fue el titular de la petición que subió al New York Times, y reconoció que “tal vez algunos leales a Biden considerarán esto una traición, dado lo mucho que he apoyado sus políticas, pero temo que debemos reconocer la realidad”.

James Carville, el mítico consultor político demócrata, aseguró a Politico que "Biden no debería ser el candidato", después de decir que la campaña de Biden usó su nombre en un texto de recaudación de fondos posterior al debate sin su permiso, y también le dijo a Axios que cree que Biden terminará su campaña pronto, parafraseando una cita del economista Herb Stein, “lo que no puede continuar… no continuará”.

Uno de los líderes más jóvenes del partido, Andrew Yang, quien se opuso a Biden en 2020 para la nominación demócrata escribió en su blog el sábado que estaba "equivocado" por confiar en que el equipo de Biden podría prepararlo para el debate del jueves, describiendo a Biden como "viejo y arrastrando los pies" cuando lo vio en febrero, mientras escribía que Biden está "llevando una carrera imposible de ganar" y "haciendo daño al país" por continuar con su candidatura.

Quizás el rechazo más fuerte vino del ex asesor de Barack Obama, Van Jones, quien se quebró mientras buscaba las palabras para describir el desastre del debate de Joe Biden el jueves, reflexionando minutos luego de que terminara el cruce que los demócratas necesitan un nuevo candidato para oponerse a Donald Trump en noviembre.

“Amo a ese tipo. Es un buen hombre. Ama a su país. Está haciendo lo mejor que puede”, dijo Jones sobre Biden. “Pero tenía una prueba que cumplir esta noche para restaurar la confianza del país y de la base. Y no lo hizo”.

El expresidente, acusado por los demócratas de intentar alterar los resultados de las elecciones de 2020, parece tener el camino despejado para regresar a la Casa Blanca.

Las buenas noticias continúan para Donald Trump: después de ganar impulso gracias a la mediocre performance de su rival Joe Biden en el último debate presidencial, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó este lunes que el ex presidente tiene inmunidad contra el enjuiciamiento penal por las denuncias sobre sus acciones realizadas durante su presidencia.

Específicamente, la decisión de la Corte, con un voto de 6-3, eliminó de inmediato algunas de las principales denuncias presentadas por el fiscal especial Jack Smith contra Trump. Estas incluían las afirmaciones de que "intentó utilizar el Departamento de Justicia para inventar o amplificar falsas acusaciones de fraude electoral en las elecciones de 2020", que perdió frente a Biden.

Sin embargo, la opinión del tribunal dejó muchas cuestiones sin resolver y devolvió el caso al tribunal de primera instancia para que continúe con los procedimientos.

Allí, la jueza federal de distrito, Tanya Chutkan, deberá revisar las acusaciones para distinguir entre los actos oficiales de Trump, aquellos realizados en su calidad de presidente, y los privados, cuando actuaba como candidato presidencial.

Esta noticia ha sido muy favorable para Trump, ya que este proceso llevará mucho tiempo y retrasará cualquier juicio más allá del día de las elecciones, el 5 de noviembre, permitiendo al líder republicano asumir el poder sin inconvenientes.

El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, declaró que los expresidentes tienen inmunidad "absoluta" contra el enjuiciamiento penal por acciones que caen dentro de sus "poderes constitucionales fundamentales".

No obstante, Roberts aclaró que "no hay inmunidad para actos no oficiales (…) el presidente no goza de inmunidad por sus actos no oficiales, y no todo lo que hace el presidente es oficial. El presidente no está por encima de la ley. Pero el Congreso no puede criminalizar la conducta del presidente en el cumplimiento de las responsabilidades del Poder Ejecutivo bajo la Constitución".

Roberts también enfatizó que la decisión no era específica de Trump y que no debería interpretarse como una decisión partidista. Tras conocer la noticia, Trump celebró en su cuenta de Truth Social: "¡Gran victoria para nuestra Constitución y democracia, orgulloso de ser estadounidense!".

Por otra parte, mientras aumentan los rumores de que el presidente Biden podría abandonar la carrera presidencial tras su mal desempeño en el último debate con Trump, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha salido en su defensa.

Para Blinken, "las personas de todo el mundo están observando lo que Biden ha logrado desde que asumió el cargo, no solo una noche, y que valoran sus políticas".

"Han visto a un presidente que ha reinvertido en Estados Unidos, ha reinvertido en Estados Unidos en el mundo, y ha fortalecido estas alianzas y asociaciones de la manera que buscan y desean", añadió.

Con 81 años, Biden es el presidente de mayor edad en la historia de EE.UU. y, después de sus repetidos errores en el debate con Trump, muchos estadounidenses creen que el líder demócrata no está en condiciones de dirigir al país más poderoso del mundo durante un segundo mandato.

Sin embargo, Blinken concluyó que "si observamos las encuestas en todo el mundo, por lo que valen, vemos una y otra vez que la confianza en el liderazgo estadounidense ha aumentado drásticamente en los últimos tres años y medio. Eso no sucede de la noche a la mañana, es el resultado de las políticas que hemos implementado. Y reconocen que el presidente Biden ha sido líder en todas esas áreas diferentes".

De Kevin Frank para La Derecha Diario.

El debate fue una masacre: el republicano sacudió al actual presidente en una serie de temas mientras el demócrata balbuceaba y le costaba enarbolar una respuesta.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump se enfrentaron en un tenso cara a cara este jueves en el primer debate de las elecciones de 2024, en el que el republicano dominó por amplia diferencia a un Biden que estuvo ausente mentalmente todo el debate.

El cruce, que se realizó en la cadena de CNN en Atlanta, donde Trump jugó completamente de visitante, pero arrasó. Biden, por momentos, pareció perder el hilo de sus pensamientos y tropezó en varios puntos, provocando lo que algunos analistas describieron como "pánico" dentro del Partido Demócrata.

Ambos candidatos se acusaron mutuamente de mentir sobre temas que van desde los veteranos y la frontera hasta el estado de la economía estadounidense y la inflación. Pero Trump fue capaz de hablar coherentemente, lo que no pudo hacer el mandatario demócrata.

Trump atacó repetidamente a Biden por su manejo de la economía y su historial de política exterior, así como por las cifras récord de llegada de inmigrantes. Biden, por su parte, apuntó a la reciente condena penal de Trump y repitió que su rival es "una amenaza a la democracia", pero sin ya que nadie le crea mucho.

Esta es la segunda vez que Biden y Trump se disputarán la Casa Blanca después de que al republicano le robaran las elecciones de 2020, aunque ambos todavía deben ser nominados oficialmente por sus respectivos partidos en las convenciones que se harán el mes que viene.

A diferencia de debates anteriores, éste debate se celebró sin una audiencia en vivo y también contó con micrófonos silenciados para los candidatos durante el tiempo de palabra asignado a su oponente, lo que evitó que se reinara en el caos que caracterizó el primer debate Trump-Biden en 2020.

Tras el cruce, los comentaristas de CNN salieron al aire advirtiendo el peligro de que Biden continúe con la campaña. "Altos funcionarios del Partido Demócrata están diciendo: ‘Tenemos un problema’", aseguraron ni bien terminó el debate.

Anthony Van Jones, por su parte, le soltó la mano a Biden: "Fue doloroso de ver. Yo trabajé en muchas campañas con Biden. Lo amo, es uno de mis mejores amigos. Pero lo de hoy demostró que llegó el momento de cambiar de candidato. Todavía tenemos tiempo antes de la Convención".

Por último, el comentarista David Urban asegura que los mismos candidatos demócratas no quieren que Biden continúe: "Me están llamando candidatos de todo el país que me dicen que si van en la misma boleta que este tipo van a perder en sus distritos".

El jefe de campaña de Barack Obama en 2008 y en 2012, David Axelrod, puso en duda que Biden sea el candidato luego de la convención del 19 de agosto: “Les puedo asegurar que habrá discusiones sobre si debería continuar como candidato a presidente”.

En una entrevista en MSNBC, David Plouffe, mano derecha de Axelrod, advirtió que la actuación de Joe Biden en los debates llamó la atención sobre su avanzada edad, que es una de sus mayores debilidades.

"Es una especie de momento Defcon 1", dijo Plouffe. "Lo más importante en esta elección son las preocupaciones de los votantes, y son tanto los votantes indecisos como los votantes de base, con su edad, y eso se agravó esta noche".

Aunque Biden es solo tres años mayor que Trump, Plouffe dijo: “Esta noche parecía que se llevaban unos 30 años de diferencia. Y creo que eso es lo que los votantes tendrán que afrontar realmente después de esto”.