La plaza bursátil de Francia festeja ampliamente el triunfo electoral de la derecha, que supone un gran freno para las políticas extremistas de la coalición de Melenchón. Le Pen ofrece un programa económico con énfasis en fomentar activamente la tasa de natalidad.

El espacio político de Marine Le Pen obtuvo un gran triunfo en las elecciones legislativas de Francia celebradas el domingo pasado, conquistando a más del 33% del electorado en la primera vuelta. La derecha francesa se encuentra cerca de llegar al poder de manera definitiva, y está preparada para desplegar su programa de Gobierno.

Los mercados celebraron decididamente de manera contundente el triunfo de Agrupación Nacional. El índice CAC-40 de la plaza bursátil de París registró este lunes una importante suba de hasta el 2,59%, superando la barrera de los 7.673 puntos básicos. 

Se registraron fuertes subas en los principales bancos del país, en entidades vinculadas con el sector agropecuario. Destacó la fuerte suba de las acciones de Société Générale (una de las entidades bancarias más importantes y antiguas del país galo).

La reacción positiva de los mercados responde al freno político de un eventual Gobierno presidido por la extrema izquierda del “Nuevo Frente Popular”. Esta alternativa propone una oleada de regulaciones ecologistas con un potencial altamente dañino para la actividad industrial, una reforma tributaria para aumentar los impuestos, y una agenda proclive al aumento del tamaño del Estado francés (que ya se constituye como el más grande del mundo, representando el 56% del PBI).

El NFP también supone un retorno al proteccionismo más recalcitrante, ya que propone un “impuesto kilométrico” para las importaciones, que sería determinado por la distancia entre el destino de origen y Francia de cada mercancía gravada. Ningún país serio dentro de la Unión Europea posee impuestos de tales características. Los mercados celebran un alto a este tipo de políticas abiertamente extremas, inviables y poco realistas.

El programa económico que propone el espacio de Marine Le Pen

La derecha francesa presentó una propuesta económica “híbrida”, con rasgos que difieren en cierta forma con las políticas más tradicionales de este tipo de espacios, como por ejemplo las que está llevando a cabo el Presidente Milei en Argentina. Sin embargo, los mercados se muestran más optimistas por esta alternativa en comparación a cualquier otra pueda ofrecer el arco político francés en estas recientes elecciones.

El punto más sobresaliente del programa de Agrupación Nacional es el activo fomento de la tasa de natalidad a través del sistema impositivo. Las principales propuestas son las siguientes:

• Duplicar la ayuda estatal para madres solteras francesas que crían hijos, junto con la aplicación de controles más exhaustivos para prevenir el fraude. Las ayudas sociales se reservarán a los franceses, en lugar de seguir fomentando la inmigración ilegal
• Eximición de impuestos para donaciones entre padres e hijos, y abuelos y nietos, de hasta 10.000 euros
• Abolición del impuesto de Sociedades para empresas cuyos emprendedores sean menores a los 30 años de edad, durante un plazo de 5 años
• Eximir a todos los trabajadores de hasta 30 años del pago del impuesto a la Renta, con el fin de alentar la oferta laboral en la economía y fomentar la natalidad nacional

También se proponen una serie de medidas para simplificar y racionalizar el sistema impositivo francés, que actualmente desalienta la expansión de la oferta laboral, la competitividad frente al exterior y el poder adquisitivo de los franceses en el mercado local. Los puntos más relevantes:

• Reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 20% al 5,5% aplicable para productos energéticos (electricidad, combustibles, gas, etc)
• Eximición del pago de aportes patronales sobre todos los aumentos salariales superiores al 10%, estableciendo un tope de hasta 3 salarios mínimos

El programa también contempla la privatización de la radiodifusión estatal para eliminar el canon de publicidad, y paralelamente se propone la estatización de todas las autopistas del país, con el objetivo de rebajar por lo menos un 15% el costo de los peajes percibidos por el consumidor. Esta última medida podría involucrar un costo para el Estado (y la sociedad), pero responde al carácter “híbrido” o pragmático del espacio de Le Pen.

En relación al sistema previsional y la vejez (que sin lugar a dudas constituye uno de los mayores problemas dinámicos de Francia), Agrupación Nacional presentó una serie de propuestas fiscalmente irresponsables, aunque moderadas en comparación a las opciones de la extrema izquierda. Las medidas son las siguientes:

• Reducir la edad jubilatoria de 62 a 60 años, y bloquear cualquier propuesta legislativa que apunte en la dirección contraria
• Reindexar las jubilaciones y pensiones a la inflación
• Aumento de la jubilación mínima hasta los 1.000 euros mensuales, actualmente fijada en los 961 euros respectivamente

Las primeras tendencias le dan ganador al partido de Le Pen con el 38 por ciento de los votos sobre el Nuevo Frente Popular, que reúne a la izquierda de todos los colores, que habría obtenido el 23,5%. Macron paenas llega al 20 por ciento.

Con una masiva participación del 67,5%, los franceses acudieron a las urnas este domingo para votar por los diputados que conformarán la próxima asamblea legislativa del Congreso, en unas elecciones que el presidente Emmanuel Macron convocó de urgencia ante el masivo triunfo de la derecha en las elecciones europeas de principio de mes.

Si bien se trata de la primera vuelta, ya que en Francia las elecciones legislativas tienen ballotage en cada distrito entre los candidatos que obtuvieron más del 12% de los votos, la derecha de Marine Le Pen arrasó en las elecciones obteniendo un resultado histórico.

El frente Encuentro Nacional y Aliados obtiene aproximadamente el 38% de los votos, 33% del partido de Le Pen, Encuentro Nacional, y un 5% del partido Unión de la Extrema Derecha, una colectora del ex presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti.

El comunista Nuevo Frente Popular, dirigido por Jean-Luc Mélenchon pero que reúne a todos los partidos de izquierda de Francia, obtiene el 23,5% de los votos, y se queda con el segundo puesto, también consiguiendo números sin precedentes para la izquierda pero que quedaron opacados por el masivo triunfo de Le Pen.

Por su parte, el partido de Macron, Juntos, quedó en el tercer puesto con el 20% de los votos, un resultado históricamente bajo y que podría dejar al oficialismo prácticamente afuera del Poder Legislativo, algo que no ocurría desde la Segunda Guerra Mundial.

Además, el partido de centroderecha y que actualmente gobierna con Macron en alianza legislativa, Los Republicanos, sacó un 6,7% de los votos, marcando el fracaso de la estrategia de Annie Genevard, quien expulsó a Ciotti del partido creyendo que les iría mejor sin estar en alianza con Le Pen.

Por último, los candidatos independientes de derecha, agrupados bajo la boleta Divers Droite (DVD), obtuvieron un 5% de los votos, y los candidatos independientes de izquierda, llamados Divers Gauche (DVG), obutivieron menos del 2% de los votos.

El presidente Macron, que enfrenta la peor crisis de gobernabilidad de la historia de la Quinta República, ha convocado a un "Frente Anti-Fascista" a la izquierda francesa para evitar que Le Pen gane las elecciones distritales que irán a ballotage el próximo domingo.

Si bien el resultado de la primera vuelta es contundente, muchos distritos irán a segunda vuelta entre todos los candidatos que hayan sacado más del 12% de los votos. En este contexto, Macron aseguró que bajará a sus candidatos en aquellas circunscripciones donde eso beneficie al Nuevo Frente Popular, y Mélenchon aseguró que hará lo mismo en los distritos donde se pueda beneficiar al candidato de Juntos.

Este mecanismo puede llegar a evitar que Le Pen se quede con una amplia mayoría en el Congreso, pero todos los analistas esperan que la victoria de Encuentro Nacional sea contundente y termine por lo menos siendo primera minoría de la Cámara.

En este caso, habrá que hacer el poroteo, pero si Macron no puede sellar una alianza de gobierno que le asegure cierta mayoría legislativa, no tendrá más remedio que acordar con Le Pen y poner a uno de sus dirigentes en el cargo de Primer Ministro, reservado históricamente en Francia para el partido que le otorga gobernabilidad al Presidente en el Congreso.

Todas las fichas están puestas en el europarlamentario Jordan Bardella, mano derecha de Le Pen, y quien podría terminar siendo una especie de Jefe de Gabinete de Macron si el próximo domingo los candidatos de Encuentro Nacional repiten la victoria de la primera vuelta.

El presidente francés realizó unas repudiables declaraciones respecto a las próximas elecciones, afirmando qué, en caso de que gane la derecha, "Francia estará al borde de la Guerra Civil".

El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió este lunes que los extremos conducen a la "guerra civil", refiriéndose a las opciones de derecha e izquierda de cara a las elecciones legislativas del próximo domingo en Francia, en un intento de generar medio en la sociedad francesa.

"Los dos extremos" llevan "a la guerra civil", declaró Macron en un podcast en el que criticó tanto a la Agrupación Nacional como a La Francia Insumisa "y a quienes los siguen" en su entrevista en el podcast Génération Do It Yourself.

"La respuesta de la extrema derecha" en términos de inseguridad "remite a la gente a una religión o a un origen, por eso divide y empuja a la guerra civil", señaló. Por otro lado, La Francia Insumisa ofrece "una forma de comunitarismo", "pero detrás de ello también hay una guerra civil".

De esta forma, para Macron, todos aquellos que no lo voten y que no piensen como él, buscan generar una guerra civil en Francia.

"La solución nunca está en el rechazo al otro. Creo que es un peligro y por eso tanto Agrupación Nacional como La Francia Insumisa responden a problemas reales (…), enfados reales, ansiedades reales", pero "en mi opinión, responden mal (…), aumentando los conflictos y la guerra civil". "Creo que la respuesta está en una mayor eficiencia, pero dentro de la República", concluyó Macron.

En respuesta, el presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, reprochó a Macron que "asusta a los franceses". "Un presidente de la República no debería decir eso", argumentó Bardella. El objetivo de su partido es acabar con la "inseguridad" que sienten "millones de franceses", y que la administración de Macron no solo que no la supo solucionar, sino que la fomenta mediante la inmigración ilegal.

Bardella subrayó que está "listo" para gobernar. "Quiero ser el primer ministro de todos los franceses (…), en particular de aquellos que piensan que el Estado los ha abandonado demasiado a menudo", pero también de "los franceses que provienen de otros horizontes políticos y que no nos voten".

Mientras tanto, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, señaló este lunes que él no es "candidato a nada". "Hay un malentendido absoluto desde el principio. No me preocupa esta batalla. No estoy haciendo carrera (…). No soy candidato a nada", declaró en una entrevista en France 2. En cambio, mencionó a otros posibles candidatos de su partido, como Manuel Bompard, Mathilde Panot, Clémence Guetté, Éric Coquerel o Younous Omarjee.

Las repudiables declaraciones de Emmanuel Macron son evidencia de su nerviosismo. Hace unos días semanas, sufrió una dura derrota en las elecciones europeas, y la derecha francesa logró una amplia victoria. Debido a esto, a Macron no le queda otra que generar miedo mediante mentiras, en busca sumar votos y evitar la derrota, que prácticamente la tiene asegurada.

De Kevin Frank para La Derecha Diario.