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Europa

El centro de la política europea ha muerto: Los triunfos de Le Pen y Pedro Sánchez marcan una nueva era de polarización

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La política europea ha hundido a la mayoría de los partidos centristas y en su lugar surje un nuevo orden bipartidista entre fuerzas de extrema izquierda y de extrema derecha.

Hasta que Joe Biden subió al escenario en el debate de la semana pasada con Donald Trump, la decisión política presidencial más catastróficamente estúpida del año había sido la de Emmanuel Macron, que convocó elecciones anticipadas después de perder las elecciones europeas de principio de mes.

Esa decisión, que trajo consigo el mayor triunfo de la derecha en Francia de la historia en las elecciones del pasado domingo, dejó en evidencia algo que se estaba cocinando pero que ahora se ve a viva luz: el nacimiento desordenado de un nuevo orden político en Europa.

Pero la masiva victoria de la derecha de Le Pen tiene una contracara. Por ejemplo, en España, es el partido socialista el que mantiene la hegemonía de la política interna; en Inglaterra todas las encuestas indican que triunfará el Partido Laborista, hoy reconvertido en una fuerza de extrema izquierda.

Lo mismo en Alemania, donde el socialismo y el partido verde, de extrema izquierda, se impusieron en las últimas elecciones. Mismo en Francia, el colapso del partido centrista de Macron vino de la mano con un crecimiento sin precedentes del Nuevo Frente Popular, una agrupación de partidos socialistas, comunistas y obreros.

Por su parte, la derecha ha triunfado en Italia, de la mano de Giorgia Meloni; en Grecia, con Kyriakos Mitsotakis; en Holanda, liderados por Geert Wilders, y en los países nórdicos, donde finalmente se terminó la hegemonía socialista, como en Suecia, de la mano de los Demócratas Suecos; en Finlandia, con el Partido de los Finlandeses. Lo mismo ocurre en Eslovaquia, con el Partido Nacional Eslovaco que forma parte del gobierno; y en Hungría, hace años, de la mano de Viktor Orbán.

Sea por izquierda o por derecha, es claro que la sociedad europea ha dejado bien atrás a las fuerzas políticas del centro, como los históricos partidos que nacieron en la pos-guerra y que llegaron a instalar alguna vez un fuerte bipartidismo de centroizquierda y centroderecha a lo largo y ancho del Viejo Continente.

Hoy parece que la dicotomía se da entre fuerzas de extrema izquierda y extrema derecha, relegando al centro político a un tercer puesto irrelevante. Desde ya que no es exactamente así en todos los casos. Algunos países como España, el centro sigue fuerte de la mano del PP, pero la extrema izquierda comunista gobierna y es la derecha de VOX la que mejor expresa a la oposición, aunque no se traduzca a las urnas.

Lo que es más increíble, y esto salió de recientes encuestas en Francia, es que el voto "extremista" muchas veces es cruzado. Por ejemplo, la masiva inmigración musulmana en el país europeo ha llevado a que clásicos votantes de izquierda opten esta vez por Le Pen.

Este enfrentamiento bien podría escalar. Francia ahora se enfrenta a un futuro verdaderamente incierto de conflicto entre izquierdas y derechas que, debido al radicalismo de la izquierda y a su disposición a recurrir a la violencia, y a la rotunda resolución de la derecha de no dar el brazo a torcer, podría finalmente significar el advenimiento de un nivel de conflicto civil que los franceses han temido durante mucho tiempo, el fin de la Quinta República.

Obsérvese bien que las élites de la política y el periodismo llevan años advirtiendo que la extrema derecha es una amenaza para la democracia. Pero ¿quién rompió ventanas y provocó incendios para protestar por los resultados de la votación democrática del domingo? No fue la gente de Marine Le Pen

Se está gestando una dinámica política donde dos fuerzas bien contrapuestas deberán aprender a convivir en democracia; o no, y el conflicto pasará a una escala mayor. La derecha por fin está haciendo valer su agenda y rompiendo con años de hegemonía socialista, pero del otro lado no parece haber intención de perder el poder sin dar una pelea.

Nadie puede esperar los periodistas tradicionales, académicos y otros expertos profesionales comprendan lo que está sucediendo, y mucho menos que lo expliquen con precisión y objetivamente. Han construido toda su carrera y, de hecho, su propia existencia, basándose en que el centro de la política era el "fin de la historia", pero lejos de serlo, ahora la configuración de sus cerebros no les permite entender lo que está pasando.

Mientras tanto, al otro lado del océano, la clase política demócrata (entre ellos, por supuesto, los periodistas) confiesa estar conmocionada por la patética actuación del senil Joe Biden en el debate de la semana pasada. Es muy cómico ver a los expertos y comentaristas expresar su asombro por el hecho de que el anciano presidente apenas pudiera hilvanar frases. ¿Acaso la Casa Blanca no miró los últimos 4 años de sus intervenciones?

Cualquiera que lea medios de comunicación de derecha, como La Derecha Diario, o siga a ciertas personas en X (ex Twitter), sabe desde hace mucho tiempo que Biden es una momia ambulante. Ya van más de 4 años de numerosos clips mostrando sus tropiezos, sus enredos verbales, sus intentos de estrechar la mano a personas que no estaban presentes, etc. Los periodistas y aliados del partido que ahora expresan su conmoción y horror por el estado del presidente tienen la culpa de crear este show

Ahora piden la salida de Biden, lo que significaría el fin de su personaje como figura política, que no es más que el fin del centro político en Estados Unidos. Trump representa a la derecha más dura, y cualquier reemplazante que elija el Partido Demócrata, sin dudas será mucho más de izquierda; sea Kamala Harris, Gretchen Whitmer o Gavin Newsom.

Además, como se está evidenciando fuertemente en Argentina, la mayoría de los votantes jóvenes ahora favorecen a los políticos de derecha, no a los de izquierda. Este cambio de paradigma le permite a la derecha crecer mucho más que a la izquierda, cuando hace unos años la fórmula era exactamente inversa.

Francia

Macron se unió al Partido Comunista y logró evitar un triunfo de Le Pen, pero ahora debe lidiar con la extrema izquierda en el poder

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El presidente francés le entregó el país al comunista Nuevo Frente Popular con tal de que Le Pen no ganase las elecciones legislativas de este domingo.

Este domingo 7 de julio, los franceses volvieron a las urnas para votar en una segunda vuelta a los miembros de la Asamblea Nacional. Tras solo haber elegido 76 escaños en la primera vuelta de aquellos que obtuvieron más de 50% en su distrito el pasado 30 de junio, aún quedaban por cubrir 501 escaños en la segunda vuelta.

En la primera vuelta, el partido de derecha liderado por Marine Le Pen, Encuentro Nacional, había ganado a lo largo de todo el país, obteniendo una victoria arrolladora. Sin embargo, no fue suficiente para ganar en primera vuelta en la mayoría de los distritos, por lo que tuvo que ir a una segunda vuelta.

En segunda vuelta se enfrentaría en los distritos contra dos partidos principalmente: el de Macron, llamado Juntos, y una alianza de partidos de extrema izquierda, conocido como Nuevo Frente Popular.

Todas las encuestas indicaban que Le Pen ganaría la mayoría de las carreras contra estos dos partidos por separado, pero Macron, en un acto de desesperación total, anunció una alianza con los comunistas y quitó a sus candidatos de todos los distritos donde los comunistas tenían posibilidades de ganarle a Le Pen.

De esta manera, según los boca de urna y los primeros resultados, el Nuevo Frente Popular obtuvo una aplastante victoria, ganando en todos los distritos donde Macron retiró a sus candidatos. La encuestadora IFOP estima que los comunistas son la primera fuerza con entre 180 y 215 diputados.

Como segunda fuerza quedaría la coalición del partido Juntos y otros satélites aliados de Macron, con entre 150 y 180 diputados. Recién tercera habría quedado la fuerza de Le Pen, con entre 120 y 150 diputados. Por último, la centroderecha de Los Republicanos obtuvieron entre 60 y 65 escaños, con candidatos independientes obteniendo aproximadamente 10 bancas.

Hasta el momento, Macron había gobernado en alianza legislativa con un sector del Partido Socialista y Los Republicanos. Se necesitan 289 escaños para obtener mayoría, por lo que con estos resultados, el único camino de gobernabilidad que le queda a Macron es unirse con el Nuevo Frente Popular.

Macron pensaba que empoderando al Nuevo Frente Popular, lastimaría a Le Pen pero sin darle tanto poder a la extrema izquierda, pero el tiro le salió por la culata y ahora debería incluirlos en el Gobierno si quiere seguir al frente del Palacio del Elíseo.

El propio líder del frente comunista, Jean-Luc Mélenchon, dio un discurso apenas cerraron los comicios, y advirtió que si Macron no los mete en el Gobierno, no le darán "gobernabilidad gratis" y que podría el país entrar en una crisis institucional sin precedentes.

En Francia existe el cargo de Primer Ministro, una suerte de Jefe de Gabinete y Ministro del Interior simultáneamente, que se encarga de las relaciones con el Poder Legislativo, y que históricamente ha sido entregado al líder de la fuerza en el Congreso que otorga gobernabilidad.

Este "Gobierno compartido" tiene un nombre oficial en la política francesa y se llama "cohabitación", donde el Presidente le otorga el cargo de Primer Ministro al líder del partido que permite sumar mayoría en el Congreso, en este caso, sería al comunista Mélenchon. Este tipo de gobierno obligaría a Macron a correrse fuertemente a la izquierda, y trabajar en una agenda común con sus nuevos aliados comunistas.

La opción moderada: Hollande

A pesar de que en la campaña Macron le entregó la mayoría del Congreso a los comunistas con tal de evitar una victoria de Le Pen, fuentes cercanas al mandatario aseguraron que no tiene intenciones de que Mélenchon ingrese al Gobierno.

Para lograr esto, punteros de Macron han estado hablando con el expresidente François Hollande, ex líder del Partido Socialista, quien hoy es parte del Nuevo Frente Popular y que este domingo logró salir electo como diputado por el distrito de Corrèze.

Hollande fue mentor político de Macron, y una buena parte de los diputados del Nuevo Frente Popular, los más de centroizquierda, responden a él. De esta manera, dependiendo si dan los números al final del recuento, podría ser Hollande quien asuma como Primer Ministro, uniendo en una alianza legislativa al centroizquierdista Partido Socialista, al centroderechista Los Republicanos, y al centrista partido de Macron.

Este camino implicaría la ruptura del Nuevo Frente Popular, que aglutina al comunista Francia Insumisa, partido de extrema izquierda progresista que lidera Mélenchon, al tradicional Partido Comunista, al Partido Socialista, y al Partido Verde.

Son dos caminos que llevarían a Francia a dos lugares muy distintos, uno implicaría un giro a la extrema izquierda y un Congreso dominado por una fuerza comunista como nunca se había visto en la historia del país; mientras que el otro implicaría volver a los orígenes socialdemócratas del movimiento de Macron, con un gobierno más centrista pero con una fuerte impronta del clásico Partido Socialista francés.

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España

Abascal anuncia la incorporación de VOX a "Patriotas por Europa", un nuevo grupo de derecha en el Parlamento Europeo

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La nueva plataforma política, Patriotas por Europa, será liderada por el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y por el español Santiago Abascal.

El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha anunciado este viernes en una entrevista con LA GACETA la incorporación del partido a la nueva plataforma política Patriotas por Europa, que reunirá a una gran mayoría de partidos que están liderando la alternativa al consenso de populares, socialistas y extrema izquierda en Bruselas.

Esta nueva plataforma aspira a formar un nuevo grupo parlamentario en el Parlamento Europeo, cuya constitución y composición se anunciará previsiblemente en los próximos días.

"En esta legislatura, formaremos parte de la plataforma Patriotas por Europa, que busca unificar el mayor número de fuerzas patrióticas y soberanistas. VOX ha estado trabajando desde hace mucho tiempo para colaborar con todas esas fuerzas y para la posible creación de un gran grupo", indicó Abascal.

"Seguiremos trabajando en esta legislatura a través de la nueva plataforma, manteniendo una relación especial con aquellos aliados que aún no están en ella y con quienes seguimos teniendo una relación bilateral muy estrecha", agregó.

La formación reitera que lleva muchos años "trabajando sin descanso por la unidad y colaboración de las fuerzas patriotas", que en las pasadas elecciones europeas de junio lograron un gran avance en todos los países de la Unión Europea.

VOX apostó por esta alianza de partidos en los primeros eventos "VIVA" en 2021 y 2022. En febrero de 2022, Santiago Abascal reunió en la "Cumbre de Madrid" a los líderes patriotas más importantes de toda Europa, incluyendo a dos presidentes de gobierno. Esta cumbre dio lugar a la "Declaración de Madrid".

En mayo de este año, en el evento "VIVA Europa 24", Santiago Abascal reafirmó su compromiso con esta alianza al contar con la presencia y las intervenciones de líderes tan importantes y exitosos como la presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giorgia Meloni; el presidente de Argentina, Javier Milei; la dirigente y excandidata presidencial en Francia, Marine Le Pen; el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; y el ministro de Israel, Amichai Chikli, entre otros.

Así, se confirmó el papel aglutinador de VOX entre los partidos dentro y fuera de Europa que, con cada vez más respaldo del electorado, defienden la soberanía de las naciones, la seguridad en las calles y fronteras seguras, la prosperidad económica y social, la familia y las verdaderas raíces de Europa y Occidente.

El partido liderado por Santiago Abascal reitera que comprende el mensaje que millones de europeos enviaron en las elecciones del 9 de junio, donde crecieron las fuerzas soberanistas y patriotas. En España, VOX duplicó el número de escaños y logró obtener 1.600.000 votos.

"Las fuerzas patriotas tienen una oportunidad histórica de materializar el mandato de los votantes en un gran grupo que se erija como alternativa a la coalición de populares, socialistas y extrema izquierda, una coalición que ha tenido consecuencias especialmente devastadoras para los españoles en ámbitos como la seguridad, la libertad, el mundo rural y su economía, la energía o el control soberano de las decisiones que afectan a nuestro país", señala VOX.

El nuevo grupo Patriotas por Europa responde a esta nueva realidad, "al mensaje de aquellos europeos que exigen un cambio de rumbo radical y urgente en la UE", añade.

VOX ha expresado su agradecimiento y fuerte amistad hacia el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), el grupo político europeo al que ha pertenecido hasta ahora, y que desempeña un papel destacado en la lucha por naciones libres, soberanas, seguras y prósperas.

En particular, VOX ha manifestado su amistad hacia Giorgia Meloni y Fratelli d’Italia: "Giorgia Meloni será siempre una socia, amiga y aliada de VOX". Asimismo, VOX ha extendido su agradecimiento y reconocimiento al partido polaco Ley y Justicia (PiS), describiéndolo como "vanguardia en la lucha de los patriotas en Europa".


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Europa

Tras reunirse en la asunción de Milei, Orbán y Zelénski prometieron superar sus diferencias y buscan impulsar un acuerdo de paz

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Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, afirmó que tenía el deber de visitar Kiev y pedir un alto el fuego “porque la cuestión de la paz es importante no sólo para Ucrania, sino para toda Europa”.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, instó al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a considerar un alto el fuego para facilitar las negociaciones de paz con Rusia. Los líderes de los países vecinos mantuvieron conversaciones en Kiev el martes 2 de julio, durante una visita inesperada del primer ministro húngaro.

Las relaciones entre Hungría y Ucrania han sido tensas durante muchos años, y esta fue la primera visita de Orbán a la capital ucraniana en doce años. Orbán afirmó que, como líder del país que ostenta la presidencia del Consejo Europeo, su primera visita se llevó a cabo en Kiev “porque la cuestión de la paz es importante no sólo para Ucrania, sino para toda Europa”.

Hungría asumió el lunes la presidencia rotatoria de la UE, lo que significa que durante los próximos seis meses dirigirá el trabajo del Consejo y representará a todos los Estados miembros en las negociaciones con otras instituciones de la UE. “La UE tiene que garantizar la seguridad y la paz en Europa, y cada una de nuestras prioridades se interpretará en este marco”, prometió el ministro húngaro de Asuntos Europeos, János Bóka, durante la presentación de la agenda de la presidencia hace unas semanas.

Hungría ha sido el único Estado miembro de la UE que, desde que Rusia invadió Ucrania hace más de dos años, se ha negado a enviar armas a ese país por temor a prolongar la guerra. Ha pedido un alto el fuego y conversaciones de paz, y ha bloqueado una serie de decisiones de la UE destinadas a apoyar militarmente a Ucrania.

El martes, después de reunirse con Volodymyr Zelensky, Viktor Orbán dijo que valoraba el esfuerzo de Kiev para promover la visión de paz de Zelensky en una cumbre internacional en junio en Suiza, que se celebró sin la participación de Rusia, y su objetivo de celebrar una segunda cumbre de seguimiento a finales de este año. Sin embargo, enfatizó Orbán, "las reglas de la diplomacia internacional son lentas y complicadas", por lo que "le pedí al presidente que pensara si podríamos invertir el orden y acelerar las conversaciones de paz con un alto el fuego primero". Añadió: "Un alto el fuego vinculado a una fecha límite daría la oportunidad de acelerar las conversaciones de paz".

Zelensky, que habló antes que Orbán, le agradeció a Hungría por asistir a la cumbre de paz y calificó de simbólica la fecha de la visita, después de que Hungría asumiera la presidencia de la UE. “Esta es una clara indicación de nuestras prioridades europeas comunes, de lo importante que es lograr una paz justa en Ucrania”, dijo, instando a los países europeos a mantener el apoyo militar, mientras el ejército lucha por contener los ataques rusos.

Al parecer, la visita sorpresa se acordó durante la cumbre de la UE de la semana pasada, a la que asistió Zelensky, durante la cual el primer ministro húngaro y el presidente ucraniano tuvieron un intercambio de palabras visiblemente acalorado. A diferencia de muchos otros líderes europeos, Orbán no había visitado Kiev desde que Rusia invadió Ucrania.

Hungría ha criticado la decisión de la UE de iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania, y su postura respecto a la guerra ha provocado tensiones con su vecino, a pesar de que Hungría ha acogido a decenas de miles de refugiados ucranianos y ha enviado ayuda humanitaria al país devastado por la guerra.

Sin embargo, las relaciones ya se habían deteriorado años antes de la guerra. Desde 2015, Ucrania ha restringido los derechos de sus minorías étnicas, incluida la comunidad húngara, mediante diversas leyes que limitan el uso de las lenguas étnicas en las escuelas y los espacios públicos. La minoría húngara, que vive en la región más occidental de Ucrania, Transcarpatia, también se ve cada vez más amenazada por el uso de banderas y símbolos húngaros, así como por cantar el himno nacional húngaro.

Aunque se han celebrado conversaciones bilaterales para intentar resolver estos problemas, no se han tomado medidas significativas. Sin embargo, Viktor Orbán afirmó que ahora hay una oportunidad de avanzar. Dijo que estaba de acuerdo con Volodymyr Zelensky en dejar atrás las disputas pasadas y trabajar para mejorar las relaciones bilaterales, con el objetivo de alcanzar un acuerdo de cooperación integral con Ucrania y apoyar la modernización de la economía ucraniana.

El Primer Ministro destacó la importancia de apoyar a la comunidad húngara en Ucrania y dio la bienvenida a la iniciativa de establecer una escuela ucraniana en Hungría, garantizando instalaciones educativas adecuadas para los refugiados ucranianos.

El contenido de nuestro diálogo de hoy sobre todos los temas puede convertirse en la base de un documento bilateral entre nuestros estados, un documento que regulará todas nuestras relaciones mutuas”, afirmó Zelensky.

Respecto a la reunión en Kiev, el portavoz del presidente ruso, Dmitry Peskov, declaró: "No esperamos nada y probablemente no nos corresponde comentar el tema".


De Kevin Frank para La Derecha Diario.

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