
Ridículo: Córdoba capital colapsa, pero Passerini organiza cumbres verdes sin sentido
En su insólita alocución, el intendente kirchnerista apuntó contra el Gobierno nacional mientras ignora el abandono de su propia gestión.
Mientras los vecinos de Córdoba sufren calles destruidas, inseguridad rampante y basura acumulada, el intendente Passerini encabezó una cumbre climática vacía de contenido real. Fue durante la 1° Conferencia Climática Internacional y la 5° Cumbre Mundial de Economía Circular, financiada con fondos públicos. El evento no aportó soluciones concretas para la ciudad que está colapsando.
El improvisado intendente optó por atacar al Gobierno nacional, pero evitó dar respuestas sobre su propia negligente gestión municipal. “Las decisiones unilaterales dejan a los argentinos fuera de Argentina”, aseguró, avalando sanciones europeas. Sin embargo, no mencionó el desastre urbano que vive la capital.
El kirchnerista Passerini, desconectado y ensimismado, insistió en que Argentina fue degradada por no cumplir metas climáticas. Mientras tanto, no dio una sola explicación sobre el desastroso estado de Córdoba capital. El transporte es precario, la recolección de basura es deficiente y la infraestructura urbana está completamente abandonada.

Ciudad destruida, prioridades invertidas
Durante su discurso vacío de autocrítica, pidió que los municipios accedan a financiamiento internacional para obras “ambientales”. Ignoró por completo que los vecinos sufren falta de cloacas, alumbrado público inexistente, calles intransitables y un creciente índice de inseguridad. El contraste entre sus discursos huecos y la realidad brutal de Córdoba es insultante.
En la ciudad proliferan microbasurales, baldíos sin control, calles rotas a mansalva y espacios públicos en ruinas por la desidia municipal. Mientras tanto, Passerini, con kirchnerismo en sangre, dedica recursos a organizar eventos ideológicos sin impacto alguno para los ciudadanos. Ningún plan concreto para resolver los problemas cotidianos fue presentado.
El evento reunió a más de 100 intendentes, con el apoyo del gobernador Llaryora. Sin embargo, ni él ni Passerini ofrecieron soluciones reales para la crisis de seguridad, salud, transporte y servicios básicos. La gestión municipal continúa priorizando discursos vacíos por sobre acción efectiva.

Silencio ante la crisis y elogios a organismos extranjeros
Passerini celebró que organismos internacionales financien a municipios sin pasar por la Nación, mientras Córdoba capital queda abandonada a su suerte. Afirmó que “cuidar el ambiente ya no es un desafío, es una política pública”, pero en la práctica la ciudad ni siquiera implementa una recolección de residuos decente.
El intendente, desconectado de la realidad cotidiana, también alabó el Compromiso Regional firmado con otras provincias. Lo hizo mientras barrios enteros sufren falta de agua potable, centros de salud saturados y calles sin mantenimiento. Su discurso está plagado de promesas vacías y desatención.
Durante su alocución, evitó referirse a las crisis que atraviesan los cordobeses, como el caos vehicular o la inseguridad creciente. Prefirió subirse a la tribuna internacional para hacer campaña política, dejando de lado las urgencias reales de su gestión.

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