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Economía

Nuevo paradigma para Twitter: Las reformas que plantea Elon Musk para transformar la red social

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Tras comprar la empresa por US$ 44.000 millones, lanzará una agenda de reformas estructurales que buscará afianzar la libertad de expresión y la transparencia con los usuarios.

El CEO de SpaceX y Tesla, Elon Musk, finalmente logró hacerse con el control de Twitter por un monto de US$ 44.000 millones, en concepto de 54,2 dólares por acción. Esto supone un cambio de paradigma para Twitter y la llegada de una profunda agenda reformista.

Los cambios sostienen dos pilares principales: la libertad de expresión más amplia, y la transparencia con los usuarios. Todas las reformas presentadas por Musk buscarán afianzar estos dos objetivos en mayor o en menor medida.

Libertad de expresión

Musk establecerá que todo discurso que tenga vía legal podrá ser libremente posteado en Twitter. Esta es la premisa básica para desarticular la estructura de censura que, hasta ahora, impartía Twitter de manera sesgada contra importantes figuras políticas siendo probablemente la censura al presidente Donald Trump el caso más emblemático.

Twitter dejaría de ser un “árbitro” completamente sesgado de lo que puede opinarse o no, y se dejará esa responsabilidad a los propios usuarios, siempre y cuando no se vean violadas las normas legales pertinentes.

La libertad de expresión es la base de una democracia funcional y Twitter es la plaza pública digital en donde los temas vitales para el futuro de la humanidad son debatidos. También quiero hacer que Twitter sea mejor que nunca al mejorar el producto con nuevas características”, declaró Musk.

Algoritmo abierto

Un cambio trascendental para la transparencia con los usuarios será la incorporación de un código abierto. El algoritmo de Twitter sirve para determinar lo que la gente puede ver en la plataforma acorde a ciertos parámetros y datos recopilados, y es capaz de ampliar y limitar la cantidad de interacciones de los tweets.

El problema con este código era el sesgo arbitrario y deliberado que se impartía desde Twitter, con criterios desconocidos para los usuarios. La reforma de Musk permitirá que los usuarios conozcan perfectamente las reglas del algoritmo, permitiéndoles comentar y opinar libremente al respecto.

Botón para editar tweets y límite de caracteres

Musk habilitará una alternativa para poder editar tweets por motivos de errores ortográficos o enlaces equivocados que sean adjuntos, como lo permiten actualmente otras plataformas como Facebook.  

La edición solo podrá hacerse por un período de tiempo relativamente corto después de la publicación, para que no haya cambios significativos a tweets viejos. A su vez, editar un tweet implicará que la cantidad de retuits o interacciones se verán reseteadas

Se incluye también una reforma para terminar con el límite de 280 caracteres por mensaje que rige hoy en la plataforma, y extenderlo arriba de 400. Si bien esta norma fue relativamente flexibilizada de 140 caracteres a 280, aún sigue generando un fuerte rechazo entre los usuarios por las incomodidades que genera.

“Twitter Blue”

Se relanzará y amplificará el servicio de suscripción mensual abonada de la red social. Esta suscripción incluye funciones y personalizaciones especiales. Este servicio ya opera en Estados Unidos, México, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, pero Elon Musk buscará extenderlo a todo el mundo.

Quienes se adhieran a la suscripción no verán más publicidades en Twitter, y tendrán automáticamente su cuenta verificada. El precio de la suscripción bajará en un primer momento de 2,99 dólares a 2 dólares por un periodo de tiempo limitado, para captar una base mayor del mercado, y luego subirá a 5 dólares, precio que tendrá de ahí en más.

Desarticulación de los “ejércitos de bots”

La principal apuesta para hacer frente al problema generado por los bots de spam es la masiva autenticación de cuentas reales de usuarios en Twitter Blue. Esta acción elevaría notablemente el costo de mantener una gran cantidad de bots.

Según el propio Elon, todavía no lo tiene decidido, pero mientras permitirá que las cuentas anónimas sigan en la red social, le dará una mayor relevancia a las cuentas de usuarios que puedan demostrar ser personas reales. En sus propias palabras, se le dará una mayor atención a bloquear las cuentas "bots" en vez de las cuentas reales que opinen de temas controversiales.

Cotización en bolsa

Todos estos cambios los podrá hacer Elon Musk unilateralmente, ya que partir de la compra, el magnate ha decidio que Twitter se convierta formalmente en una “empresa privada” y dejará de cotizar en bolsa.

A pesar de lo que dijeron algunos medios amarillistas y con poca inteligencia, como La Nación, la empresa siempre se mantuvo en la esfera del sector privado, pero las decisiones las tomaba la mesa de accionistas asociados en una Junta Directiva. A partir de ahora, esta mesa de accionistas dejará de existir y las decisiones serán una responsabilidad exclusiva de Elon Musk.

Algunos periodistas y analistas abiertamente descontentos con la compra de Twitter, plantearon que el cambio de régimen en la empresa hace que Twitter “deje ser de los usuarios”, pero la interpretación es errónea y esto jamás ocurrió en la práctica.

El único cambio que se produce es que Twitter dejará de ser una sociedad de acciones, donde el capital estaba dividido entre fondos de inversión y accionistas mayoritarios, y pasará a ser propiedad de Elon Musk.  

Algunas personalidades, como el propio Jack Dorsey, creador de la red social, celebraron la compra de Elon Musk y aseguraron que "todo está como debería estar".

Economía

El Banco Central rebajó la tasa de política monetaria de los Pases del 60% al 50% y se espera un colapso de la inflación

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La carga de intereses a cuenta de los pasivos remunerados es cada vez menor, después de la quinta reducción de tasas en lo que va de la presidencia de Javier Milei. La autoridad monetaria también tomó la decisión de incrementar nuevamente el encaje legal aplicado sobre las billeteras virtuales.

El Banco Central al frente del Presidente Santiago Bausili determinó una nueva reducción de la tasa de política monetaria de referencia, aquella a cuenta de los Pases, pasando del 60% al 50% nominal anual a partir del 2 de mayo. De esta forma, la tasa efectiva anual fue establecida en el 64,82% según informó el propio BCRA.

En otras palabras, los pasivos remunerados que emite el Banco Central pasan a abonar una tasa nominal equivalente al 4,2% por mes, a cuenta de los Pases que se renuevan cada día. 

La decisión oficial responde a la drástica caída de las expectativas de inflación para los próximos meses, un hecho que se refleja claramente en el informe de expectativas REM que elabora la autoridad monetaria. Las principales consultoras privadas del país también dan cuenta de esta situación, y proyectan un claro escenario de desinflación para 2024.

Las mediciones inflacionarias de alta frecuencia están reflejando el colapso de la variación de los precios minoristas en alimentos y bebidas. Para la consultora LCG, la variación semanal en este rubro fue negativa por más de 1 punto porcentual al término de la quinta semana de abril. 

Los sondeos de Alphacast también prevén una ligera caída de precios hacia la segunda mitad del mes pasado, considerando al rubro de los alimentos. En la misma dirección, el economista Alberto Cavallo (el hijo del exministro de Economía) anticipó mediante un índice diario de precios que la inflación ya está viajando al 5% mensual, descontando el efecto de las tarifas de los servicios públicos.

Entran en juego dos lógicas principales detrás de la rebaja de tasas. En primer lugar, la caída de la inflación efectiva y de la inflación esperada permiten una tasa de interés más baja, ya que de este modo se evita generar rendimientos excesivos medidos en dólares. Pero por otro lado, y más importante aún, la caída de la tasa de interés (en un contexto de cepo cambiario) permite sanear el balance del Banco Central y reducir la expansión monetaria a cuenta de los pasivos remunerados.

La carga de la deuda remunerada en pesos del BCRA es cada vez menor en relación al PBI, y lo mismo ocurre con el pago de sus respectivos intereses. Y desde el Gobierno nacional, el superávit fiscal concretado durante los primeros 3 meses del año permite anular cualquier tipo de financiación monetaria para el fisco.

El Banco Central de Bausili también tomó la decisión de elevar la tasa de encaje aplicado para billeteras virtuales del 10% al 15%, y de esta manera es altamente probable que disminuyan los rendimientos de alternativas como por ejemplo Mercado Pago, además del efecto que tuvo la reducción de tasas.

Se busca generar un marco de reglas de juego que genere incentivos para la compra de títulos públicos al Tesoro por parte del mercado. Esto responde a dos fines bien concretos: por un lado el rollover de la deuda interna en pesos a plazos más extensos, y en segundo lugar la retención de pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el propio BCRA (una manera adicional para retirar pesos de la circulación).

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Economía

La reforma tributaria que propone Biden amenaza con destruir hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo para el año 2025

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Así lo sugiere un reciente informe de la Tax Foundation, estimando el efecto total de los aumentos impositivos que propone la campaña de Biden de cara a las elecciones. Se estima una reducción del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI en caso de aprobarse los cambios.

El Presidente Joe Biden lanzó una agenda económica completamente radicalizada hacia la izquierda, buscando contentar al ala más extremista de su partido (anteriormente representada por el excandidato Bernie Sanders en la contienda electoral del 2020).

En este sentido, el Presidente recuperó una profunda impronta favorable a subir generalizadamente los impuestos en Estados Unidos, tanto para empresas como para personas físicas y para productos importados. Se buscan gravar ingresos, patrimonios y bienes con tasas sustancialmente más elevadas que las actuales.

La Tax Foundation desarrolló un reciente informe estimando el impacto económico que podría desatar el plan fiscal de Biden para el año 2025. Se estima una reducción total del 2,2% en la tasa de crecimiento potencial del PBI, una caída del 3,8% en el capital social potencial acumulado en las empresas, una reducción del 1,6% sobre la masa salarial promedio, y finalmente la destrucción de hasta 788.000 puestos de trabajo a tiempo completo en el sector privado, en relación a la cantidad que cabría esperar de no aprobarse las subas impositivas.

La agenda de los demócratas es, y por diferencia, la más ambiciosa y extremista desde la era de Franklin D. Roosevelt. El esquema tributario resultante de una eventual victoria de Biden en las próximas elecciones de noviembre queda resumido de la siguiente manera:

  • Aumento de la tasa del impuesto sobre la renta empresarial del 21 por ciento al 28 por ciento (a partir del año fiscal 2025)
  • Aumento del impuesto mínimo alternativo corporativo introducido en la Ley de Reducción de la Inflación del 15 por ciento al 21 por ciento (a partir de 2024)
  • Cuadruplicar el impuesto a la recompra de acciones implementado en la Ley de Reducción de la Inflación del 1 por ciento al 4 por ciento (a partir de 2024)
  • Hacer permanente la limitación de pérdidas comerciales excesivas para las empresas de paso
  • Limitar aún más la deducibilidad de la compensación de los empleados según la Sección 162
  • Aumento de la tasa impositiva global sobre ingresos intangibles de baja tributación (GILTI) del 10,5 por ciento al 21 por ciento, calcular el impuesto jurisdicción por jurisdicción y revisar las reglas relacionadas
  • Derogar la tasa impositiva reducida sobre los ingresos intangibles derivados del extranjero (FDII)
  • Ampliar la base del impuesto sobre la renta neta de inversiones (NIIT) para incluir ingresos comerciales no pasivos y aumentar las tasas del NIIT y el impuesto adicional de Medicare para alcanzar el 5 por ciento sobre ingresos superiores a $400,000
  • Aumento del impuesto sobre la Renta individual al 39,6 por ciento sobre ingresos superiores a $400 000 para declarantes solteros y $450 000 para declarantes conjuntos (a partir de 2024)
  • Gravar las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados a las tasas ordinarias del impuesto sobre la renta para Ingreso imponible por encima de US$ 1 millón de dólares, y gravar las ganancias de capital no realizadas en caso de fallecimiento por encima de una exención de US$ 5 millones, revirtiendo parcialmente la reforma de George Bush (2001-2003)
  • Triplicar los aranceles de importación para el acero y el aluminio provenientes de China, desatando una nueva guerra comercial con el gigante asiático

Pese a las subas impositivas, la administración Biden no propone un sendero sostenido de reducción del déficit fiscal, ya que la mayor parte del paquete tributario se vería acompañado por nuevas expansiones presupuestarias. 

Y a diferencia de la estrategia seguida por el expresidente Donald Trump, la guerra comercial con China que propone desatar Biden se produciría en un contexto de profunda caída en la competitividad fiscal de Estados Unidos, todo lo contrario a lo que ocurrió entre 2017 y 2020 (cuando las empresas estadounidenses disfrutaron de fuertes recortes impositivos).

Esto deja a Estados Unidos en una posición comparativamente difícil para forzar una nueva “tregua” con China en la cual se flexibilicen controles cambiarios o medidas arancelarias proteccionistas, como sí ocurrió tras el último acuerdo firmado en 2020.

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Economía

Con Milei, los bancos vuelven a cumplir su función fundamental: Prestarle dinero a familias y empresas y no al Estado

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Se redujo drásticamente la absorción de crédito a través del Estado nacional y el Banco Central, y se amplía la cantidad de recursos disponibles para ser prestados al sector privado productivo. La política económica del Gobierno produjo un punto de inflexión para el sistema financiero.

Desde la caída de la convertibilidad y el rebrote inflacionario en la Argentina, la proporción de crédito retenido deliberadamente por el sector público fue creciendo incesantemente en los últimos años.

El Estado se adueñó de una parte creciente en la cantidad de pesos disponibles generados por el ahorro del país, y en consecuencia se redujo la proporción canalizada por el sector privado (las familias y las empresas). Mientras que el crédito al sector privado superaba holgadamente el 20% del PBI durante el menemismo, al término del último experimento kirchnerista consiguió superar a duras penas el 7% del PBI en 2023

A partir de diciembre de 2023, la política económica ejecutada por el Presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo se propuso un giro drástico en la direccionalidad del crédito argentino. El superávit financiero del Sector Público Nacional (SPN) permitió liberar una gran masa de recursos para el sector privado, algo que hasta el momento parecía completamente imposible.

Por primera vez desde 2018 se produjo un rebrote de créditos hipotecarios, nuevamente atados a la unidad UVA más un cierto margen de rendimiento en términos reales. Estos créditos no solo permiten la reapertura del mercado de crédito inmobiliario, sino que además implican una fuerte presión para aliviar los aumentos sobre los precios de los alquileres.

A partir de la nueva política económica, los bancos privados debieron replantearse la canalización del crédito. El Gobierno nacional dejó de incurrir en amplias licitaciones por encima de sus posibilidades para financiar el déficit (las licitaciones actuales solo refinancian la deuda interna), y el Banco Central profundizó su agresiva política de rebajas en la tasa de interés que pagan los Pases (ahora hasta el 60% nominal anual).

Todo esto abrió la posibilidad de volver a financiar a las familias vía hipotecas, y a las empresas a través de diversos proyectos de inversión productiva. El Gobierno espera que este efecto, habitualmente llamado “crowding-in” o desplazamiento positivo, contribuya activamente a la reactivación de la actividad económica a partir del segundo semestre del año.

Dada la fuerte credibilidad en la política económica, el mayor ahorro del sector público (efecto recesivo) podría ser compensado por un repunte de la inversión del sector privado por la vía del crédito (efecto expansivo).

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