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Estados Unidos

Un militante de izquierda entró a la casa de Nancy Pelosi y atacó a su esposo: Se especula que era su dealer

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A 10 días de las elecciones, una persona que entró en la casa de los Pelosi sin forzar la cerradura atacó al esposo de la líder demócrata, en un caso muy extraño que abre la puerta a la vida de una de las familias más poderosas de Estados Unidos.

El pasado viernes por la mañana, una persona ingresó en la residencia de California de la familia Pelosi, burlando la seguridad privada del lugar y atacando con un martillo al esposo de Nancy Pelosi, la actual presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, o al menos eso es lo que le dijeron a las autoridades.

El hombre golpeó con un martillo en la cabeza a Paul Pelosi, de 82 años, quien tuvo fractura de cráneo y graves lesiones en el brazo y las manos. Entró en coma y tuvo que ser operado de urgencia en el Hospital General de San Francisco. Se espera sin embargo que se recupere ya que la intervención quirúrgica fue exitosa.

Al conocerse la noticia del ataque, los medios de comunicación, junto con políticos demócratas, no tardaron en culpar al ex presidente Trump por el suceso y catalogaron, sin pruebas, al atacante como un militante de derecha que buscaba asesinar a Nancy Pelosi y a no a su esposo.

Sin embargo, rápidamente se supo la identidad del agresor y el enfoque del ataque cambió rápidamente. Se trata de David DePape, un activista ecologista miembro del Partido Verde, un perfil opuesto al de un votante de Trump.

El llamado de Nancy Pelosi a la policía pidiendo socorro también derribó la narrativa que se intentó construir. La líder demócrata lo describió como un "amigo" que "enloqueció". Además, desde el Departamento de Policía de San Francisco, dijeron que no hay signos de que la puerta fue forzada y que "la puerta fue abierta por alguien en el interior de la casa".

DePape además estaba en calzoncillos, y la policía no encontró su ropa en ningún lugar, por lo que se cree que la persona ingresó a la casa sin ropa. Poco después se confirmó que DePape es un activista nudista que en redes sociales habla continuamente de por qué no hay que usar ropa.

Además de esto, se pudo comprobar gracias al trabajo de las redes sociales que el atacante era un activista nudista y de causas de izquierda con graves problemas psiquiátricos y no un ultraderechista como Biden y los demócratas están denunciando.

Sus publicaciones en redes sociales terminaron de desmentir la embestida mediática de los demócratas. DePape vivía con una conocida nudista local en una casa en la ciudad de Berkeley decorada con cartel de Black Lives Matter en la ventana y una bandera LGBT, con el símbolo de la marihuana colgando de un árbol, como se pudo apreciar en imagenes de su cuenta personal de Instagram.

Periodistas que visitaron la casa describieron el lugar como un campamento de indigentes donde el consumo de drogas es habitual, y más de una fuente identificó a DePape como un vendedor de marihuana y narcóticos. 

"Lo que sé de la familia es que son activistas muy radicales", dijo una de las vecinas de DePape. "Parecen muy de izquierdas. Están muy metidos en el movimiento Black Lives Matter. El orgullo gay. Pero están muy alejados de la realidad. Han llamado a la policía a varios de los vecinos, incluidos nosotros, alegando que estamos conspirando contra ellos", continuó. 

Principalmente los vecinos del lugar describieron a DePape como un indigente con problemas de adicciones y un activista de extrema izquierda, aunque también con graves comportamientos psicóticos y serios problemas mentales.

Otra mujer, Linda Schneider, testificó que llegó a conocer a DePape alrededor de 2014 cuando todavía estaba sin hogar, viviendo en container y usando drogas duras. "Él es probablemente seguidor de algo que vio en las redes sociales porque no creo que tuviera el valor de formar parte de ningún grupo político o terrorista. Su consumo de drogas comenzó de nuevo y se volvió loco", sintetizó. 

El perfil brindado por los vecinos también coincide con el de la exposa y madre de los hijos de DePape. "Cuando lo conocí, solo tenía 20 años y no tenía ninguna experiencia en política, y estaba muy alineado con mis puntos de vista y siempre he sido muy progresista. Admiro absolutamente a Nancy Pelosi", dijo Gypsy Taub.

La principal hipótesis que se maneja es que DePape era un amigo de la familia Pelosi, quizás por su militancia política, que perdió la cabeza por su intenso consumo de drogas una vez dentro de la propiedad.

Se desconoce por qué decidió atacar a Paul Pelosi y no se sabe si fue allí con la intención de atacarlo o la agresión se produjo por una situación particular luego de entrar a la casa. Lo que no hay dudas es que la persona entró con el consentimiento de los Pelosi, ya que resulta prácticamente imposible que una persona desnuda, drogada y con serios problemas psiquiátricos burle a la seguridad del Servicio Secreto y entre por la puerta principal de la casa de la tercera persona en la línea de sucesión presidencial de Estados Unidos.

Desde el Partido Republicano, varias figuras de la derecha han puesto el foco en este caso, y aseguran que DePape estaba llevándole drogas a los Pelosi, probablemente para su hijo, Paul Pelosi Jr., y que en un ataque psicótico motivado por el consumo de drogas terminó agrediendo a la familia.

Había por lo menos dos personas más en la casa con Nancy y Paul Pelosi, sin contar a los agentes del Servicio Secreto, cuya indentidad por alguna razón todavía no fue revelada.

Estados Unidos

El Pentágono de Biden anunció el envío a Ucrania de un nuevo paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones

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El jefe del Pentágono afirmó que esta es la asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”, superando toda la ayuda que dio Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció este viernes que se enviará otro paquete de ayuda militar por US$ 6.000 millones para Ucrania, aumentando el acceso del gobierno de Kiev a misiles Patriot y drones que permitan responder a los avances rusos en el frente oriental.

Austin hizo este anuncio en una rueda de prensa al cierre de una reunión del grupo de Ramstein, en el que Estados Unidos confirmó que los primeros US$ 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino.

El jefe del Pentágono confirmó que Estados Unidos enviará con carácter de urgencia a Ucrania munición para baterías HIMARS, que permite atacar posiciones rusas lejos del frente, munición de artillería avanzada de 155 milímetros y sistemas de defensa aérea en vehículos blindados.

Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional de USD 6.000 millones para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”, dijo Austin, y aseguró que este es el paquete de asistencia “más grande” que Washington ha anunciado “hasta la fecha”.

Esa nueva ayuda militar incluirá baterías de misiles Patriot y defensas tierra-aire, más sistema de defensa contra drones y “un monto significante de munición de artillería, municiones aire-tierra y apoyo de mantenimiento”, indicó Austin.

Según el jefe del Pentágono, la ayuda de los miembros del grupo de Ramstein “ha salvado incontables vidas ucranianas” con compromisos que rondan ya los US$ 95.000 millones y la coalición de estos 50 países se mantiene “fuerte” en su apoyo a Kiev.

Austin también dijo que el grupo trabaja en crear un Ejército ucraniano “autosuficiente” y capaz de contener a Rusia en el largo plazo.

El resultado en Ucrania determinará la trayectoria de nuestros días. Si (Vladimir) Putin permanece y gana en Ucrania las consecuencias serán graves y globales”, aseguró Austin.

Los anuncios hoy de nueva ayuda militar a Ucrania llegan después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, firmara esta semana un ley para dar progresivamente a Ucrania US$ 61.000 millones en asistencia militar y préstamos durante el año.

Estados Unidos ya proporcionó decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar a Kiev desde que Rusia anunció el inicio de su invasión a territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

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Estados Unidos

La Justicia de Arizona, controlada por los demócratas, imputó y busca arrestar a todo el equipo de asesores de Trump

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Los demócratas hacen otro ataque contra la oposición y ahora buscan poner tras las rejas a todo el equipo que trabaja asesorando al expresidente republicano en su campaña presidencial.

La Justicia de Arizona imputó este jueves a varios aliados importantes del expresidente Donald Trump, incluido el exabogado de Trump y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, la expresidente del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, y el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, por denunciar que las elecciones del año 2020 fueron fraudulentas.

Junto con Ward, Meadows y Giuliani, la ex abogada de Trump Jenna Ellis y el ex asesor de campaña de Trump Boris Epshteyn, junto con varios miembros del Partido Republicano de Arizona, fueron imputados también, según publicó esta mañana el Washington Post .

Meadows, Giuliani, Ellis y Epshteyn fueron imputados por supuestamente intentar ayudar a Trump a recuperar los votos electorales de Arizona en las elecciones presidenciales de 2020, luego de que se comprobara que los demócratas habían robado votos por correo y la Legislatura votara que le darían los votos electorales a Trump si así la Justicia lo decidía.

Por su parte, Ward y los senadores del estado de Arizona, Jake Hoffman y Anthony Kern, también fueron acusados ​​de cargos por haber firmado documentos el 14 de diciembre de 2020, certificando que Trump era el ganador de las elecciones.

La acusación de varios aliados de Trump y miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras una encuesta de Bloomberg News/Morning Consult realizada entre el 8 y el 15 de abril encontró que el presidente Joe Biden está detrás de Trump en varios estados clave como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte por seis o más puntos.

En Arizona, Trump lideró por siete puntos, recibiendo el 49 por ciento del apoyo de los votantes que indicaron que votarían por él, mientras que Biden recibió el 42 por ciento.

Los once republicanos de Arizona son:

  • Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano en Arizona, y su esposo, Michael Ward.
  • Senador del estado de Arizona Jake Hoffman
  • Senador del estado de Arizona Anthony Kern
  • Tyler Bowyer, director de operaciones de Turning Point USA
  • Nancy Cottle
  • James Lamon
  • Roberto Montgomery
  • Samuel Moorhead
  • Lorena Pellegrino
  • Gregorio Safsten

Los aliados de Trump que supuestamente fueron acusados ​​incluyen a Mark Meadows, Jenna Ellis, Rudy Giuliani, John Eastman, Christina Bobb, ex abogada de Trump, Boris Epshteyn y Mike Roman, ex asistente de campaña de Trump, según el Washington Post .

La decisión judicial fue en respuesta a un pedido directo del Fiscal General de Arizona, el ultra-demócrata Kris Mayes, y es la última de una serie de esfuerzos por utilizar el sistema legal para perseguir a los conservadores y republicanos aliados de Trump.

En julio de 2023, la fiscal general de Michigan, Dana Nesselacusó a 16 “falsos electores” de ocho delitos graves, entre ellos conspiración y falsificación de leyes electorales, por su presunto papel en el intento de disputar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

Meses después, en diciembre de 2023, la Justicia de Nevada imputó a varios miembros importantes del Partido Republicano del estado, acusados ​​de falsificar y presentar documentos falsos en relación con el complot de los “falsos electores”.

La acusación de varios de los principales aliados del expresidente y varios miembros del Partido Republicano de Arizona se produce mientras Trump se encuentra actualmente en juicio y enfrenta 34 cargos de presunta falsificación de registros comerciales en primer grado en relación con los pagos realizados a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones presidenciales de 2016.

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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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