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Estados Unidos

El Partido Republicano de Trump gana las elecciones de medio término y recupera el control de la Cámara de Diputados

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Trump ganó la mayoría en Diputados y se quedó con 18 gobernaciones contra 17 de los demócratas. La única derrota: el Senado, donde no pudo romper el empate que existe desde 2020.

A pesar de que la victoria no fue tan holgada como indicaban las encuestas, después de una semana contando los votos en un proceso electoral plagado de irregularidades, finalmente el Partido Republicano de Donald Trump se impuso en las elecciones de medio término del pasado 8 de noviembre.

El Partido Republicano recupera el control de la Cámara de Diputados, después de 4 años en manos de los demócratas. Esto implica que Nancy Pelosi, actual presidente de la Cámara, pierde su cargo, y los republicanos deberán designar su reemplazo.

El resultado final indica que los republicanos ganaron la elección con 223 bancas, aunque hay cuatro distritos, el 3° de Colorado, el 13° y 47° de California, y el 1° de Alaska que todavía siguen contando los votos y sin dudas habrá un recuento por las pequeñas diferencias, por lo que en el peor de los casos podrían descender a 219, que también los deja con la mayoría.

También cabe destacar que con 53 millones de votos (51,4%), el Partido Republicano obtuvo la mayoría del voto popular por primera vez desde 2014, venciendo a un Partido Demócrata que se desplomó electoralmente, con tan solo 48 millones de votos (47,1%).

El triunfo en la Cámara Baja era el más importante y por el que más trabajó Trump. El ex presidente estaba siendo actualmente investigado por la "Comisión del 6 de Enero", un comité impulsado por los demócratas para inhabilitar a Trump de presentarse en la próxima elección.

Con el triunfo republicano, esta comisión será fácilmente anulada, y es por eso que Trump anunció el martes por la noche el lanzamiento oficial de su campaña a presidente para 2024, ya sin temor a que la persecución política de los demócratas frustre sus intenciones.

Los republicanos ahora tomarán control de prácticamente todas las comisiones, y pondrán a la tercera persona en la línea de sucesión presidencial. El principal candidato a presidir la Cámara es el actual líder de la minoría Kevin McCarthy, un republicano moderado de California que entabló una fuerte amistad con Donald Trump durante su presidencia.

Sin embargo, se negó a apoyarlo en sus denuncias de fraude durante las elecciones de 2020 y la relación quedó tensionada. Aunque a principio de año Trump publicó una foto con McCarthy en su oficina en Mar-A-Lago y lo respaldó para que siga siendo líder de la minoría, se especula que detrás de escena está trabajando para ubicar otras figuras más afines en el liderazgo del partido.

La victoria en Diputados no se trasladó al Senado, donde el panorama estaba más difícil debido a que no todos los estados renovaban bancas, y los que lo hacían, tenían una tendencia para los demócratas.

Dos derrotas clave en Pensilvania y Arizona dejaron al Partido Republicano sin poder dar vuelta el resultado, y el Senado quedará con la misma composición que tiene actualmente, un empate técnico entre ambos partidos que desempata la vicepresidente Kamala Harris.

En diciembre, el estado de Georgia celebrará la segunda vuelta de su elección, entre el trumpista Herschel Walker y el comunista Raphael Warnock, una disputa que no cambiará el resultado de la elección y solo determinará si los demócratas tienen mayoría propia o necesitan del desempate de Kamala Harris.

Es importante aclarar que el esfuerzo político y económico de Trump no estuvo en el Senado, y esto quedó evidenciado en las donaciones que hizo. De cada 100 dólares que recaudó personalmente, 80 fueron para candidatos a diputados y solo 20 para candidatos a senadores. A pesar de que estas carreras tuvieron una cobertura nacional y fueron las más televisadas, en la estrategia republicana estuvieron en un plano secundario.

En 35 estados también hubieron elecciones para gobernador, una carrera que así como la de Diputados, tenía todo el interés de Donald Trump. El ex presidente busca imponer gobernadores republicanos en todo el país con el objetivo de cambiar las leyes electorales en cada distrito y hacerlas más seguras.

Un modelo de esto fue Georgia y Florida, donde entre las últimas elecciones y éstas se aprobaron múltiples leyes para disminuir el voto por correo, prohibir la recolección de votos y la implementación de un carnet de identidad para votar. Esto prácticamente eliminó cualquier posibilidad de fraude y los resultados fueron consistentes: los republicanos crecieron enormemente en los estados donde las leyes electorales son más seguras.

Trump logró conquistar la gobernación de 18 estados, la más importante la de Nevada, que se la quitó a los demócratas y logró ubicar a un importante aliado suyo, el sheriff Joe Lombardo. Lombardo ahora tendrá la difícil tarea de aprobar una ley que prohíba uno de las más ridículas prácticas electorales del estado, la curación de votos.

Por su parte, los demócratas ganaron en 17 estados, pero se llevaron los más claves: Arizona, y Pensilvania, donde ganaron los secretarios de Estado (encargados electorales) Katie Hobbs y Josh Shapiro; y Michigan y Wisconsin, donde reeligieron los gobernadores Gretchen Whitmer y Tony Evers.

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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