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El Salvador

Bukele lanza una masiva reforma del Estado para reducir la burocracia y el gasto público

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La propuesta del Presidente incluye reducir la cantidad de alcaldías de 262 a solo 44, y recortar un casi un 30% el número de curules en el Congreso unicameral. Las reformas permitirán reducir el gasto público y aminorar el impacto de la corrupción en la estructura estatal.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, envió al Congreso una propuesta de reforma del Estado con dos objetivos fundamentales: reducir el aparato burocrático y los gastos que esto implica, y atacar frontalmente la corrupción enquistada en la estructura estatal.

La propuesta de Bukele establece que todas las municipalidades pasarán a convertirse en distritos, dotados de una mayor cantidad de territorio y con una estructura administrativa más sencilla. Asimismo, la cantidad de alcaldías por cada uno de estos renombrados distritos se reducirá de 262 a 44.

“¿Cómo es posible que en un territorio de 21.000 kilómetros cuadrados tengamos 262 municipios?”, cuestionó públicamente el Presidente de El Salvador.

Bukele informó que la mayor parte del personal no será despedido sino que simplemente se trasladará a sus funciones respectivas en la nueva organización, pero sí confirmó una gran cantidad de despidos en “puestos de confianza”, por ejemplo los alcaldes y los asesores de estos que ya no serán requeridos.

El mandatario confirmó la “guerra contra la corrupción”. Se debe tener en cuenta que la mayor parte de la corrupción estatal en el país no se da en las altas esferas de la función pública sino precisamente en las municipalidades, en donde es más difícil llevar a cabo un control exhaustivo.

Solo habrá 44 alcaldes con sus respectivos consejos municipales, una estructura que parece mucho más razonable de acuerdo a la limitada geografía del país. Las tasas impositivas municipales permanecerán sin cambios, pero ahora esos mismos recursos se condicen con un menor requerimiento de gasto.

También se reforma el Gobierno central. Bukele propuso que el número de diputados en el Congreso salvadoreño se redujera de 84 a 60, como funcionaba perfectamente antes de la reforma llevada a cabo en 1992.

Se espera que El Salvador finalice el año 2023 nuevamente con superávit primario, habiéndose recuperado completamente del impacto que provocó la pandemia en 2020. Por otra parte, el gasto público del Gobierno central se reducirá del 29% del PBI al 28,4% en 2023, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional.

El Salvador

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, llamó a una reunión de Gabinete para decirles que están siendo investigados por corrupción

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El mandatario salvadoreño convocó a una reunión con sus ministros televisada, y los sorprendió avisándoles que todos serían investigados por el Fiscal General de manera preventiva.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, convocó este lunes a una reunión a todos los funcionarios de su Gabinete para sorprenderlos con el hecho de que serán investigados por el Fiscal General por corrupción, particularmente por sobornos.

Bukele comenzó la reunión como todas, pero de repente sorprendió diciendo: "Todos aquí son del Poder Ejecutivo que yo superviso, excepto una persona: el Fiscal General. Él no es del Ejecutivo, pero está aquí hoy por una razón: quiero pedirle públicamente que investigue a todos los que están sentados aquí. Retroactivamente y en el futuro".

"Me imagino que no debería haber ningún problema con eso", aclaró antes que los funcionarios pudieran responder. La reunión fue grabada, por lo que la cámara captó las reacciones en vivo de los ministros, algunos con miradas de asombro y otros con sonrisas de satisfacción

"Hay algunos presidentes en prisión y otros huyendo, pero la mayoría son recordados como criminales", afirmó y agregó: "No es así como quiero que me recuerden", por lo que iniciará una "cacería de brujas preventiva" para encontrar si tiene funcionarios corruptos.

En este sentido, recordó al ex presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, quien, según Bukele, no era un ladrón, pero sí "se rodeó de ladrones", y él no está dispuesto a condonar que nadie robe en su gobierno.

"Hubo un momento en que ofreció esperanza al pueblo salvadoreño. Pero si bien era cierto que no robó, entonces fue un tonto, porque él era la esperanza del pueblo", afirmó Bukele. "No tocó ni un centavo y aun así manchó su legado rodeándose de ladrones". 

"Eso no me pasará a mí", dijo, añadiendo que quiere ser recordado como el presidente que encarceló a los ladrones, tanto en las calles como en el Gobierno.

La gente en las redes sociales aplaudió abrumadoramente al presidente luego de la reunión televisada, en una medida que se da a dos meses de haber reelegido de manera abrumadora. "Imagínense hacer eso en Estados Unidos. El 90% estaría en prisión", dijo un usuario de las redes sociales.

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El Salvador

Haití colapsa: Un líder narco toma control del país y Bukele se ofrece a "arreglar" el problema si la ONU habilita a El Salvador

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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ofrece a combatir al narco en Haití, y asegura que está en condiciones de contener la violencia en Haití: “Podemos arreglarlo”.

Tras el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el 7 de julio del 2021, el país ha colapsado ante bandas narcos y pandillas criminales que han diezmado el Estado de Derecho, y dejado al presidente interino, Ariel Henry, prácticamente sin poder.

La situación se volvió crítica cuando, el fin de semana pasado, unos 4.500 presos lograron escaparse de la principal cárcel de Puerto Príncipe y se levantaron en armas contra el Gobierno, que dificultosamente había logrado encarcelarlos uno por uno en los últimos tres años.

El presidente Henry está desaparecido. No se tiene conocimiento si está en el país o se ha exiliado. Viajó el martes pasado a Puerto Rico, y se cree que nunca más regresó al país, dejando todo en manos de su ministro del Interior.

Mientras tanto, Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue‘, el líder criminal más importante del país, ha tomado control operativo de Haití, incluso asediando el Palacio Nacional, que se encuentra sitiado en estos momentos.

"Si Ariel Henry no dimite, si la comunidad internacional sigue apoyando a Ariel Henry, nos llevará directamente a una guerra civil que acabará en genocidio", afirmó Barbecue, quien lidera la poderosa Pandilla G9.

Barbecue ha logrado unificar a pandillas rivales con el objetivo de deponer al actual gobierno, e instalar un narcoestado como ocurrió en Colombia en la década de los años 80s.

Jimmy Chérizier, líder de la alianza de pandillas "G9″, acompañado por miembros de pandillas después de una conferencia de prensa Puerto Príncipe, Haití, el 5 de marzo de 2024.

Bukele se ofrece a intervenir

En un anuncio sin precedentes, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha asegurado que podría arreglar el aumento de violencia que se está viviendo en Haití si la ONU le permitiera intervenir en el país con sus Fuerzas Armadas.

"Podemos arreglarlo", ha escrito el mandatario en su cuenta de la red social X, respondiendo a una publicación que muestra la dura situación de Haití. "Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y todos los gastos de la misión que cubrir", explicó.

Bukele asumió en El Salvador en una situación similar a la que transcurre hoy la República de Haití. Cuando tomó control del país centroamericano, los maras controlaban varias de las principales ciudades salvadoreñas.

Pero poco a poco, con el Plan de Control Territorial, Bukele empleó tanto a las Fuerzas de Seguridad como a las Fuerzas Armadas para ir recuperando terreno, y en tan solo dos años, reinstituyó el Estado de Derecho a lo largo y ancho del país.

La propuesta de Bukele es polémica porque implicaría que se permita el ingreso de una fuerza extranjera a Haití, pero el país que ha sido azotado por catástrofes naturales, y también por el socialismo, el narco y el crímen organizado, necesita desesperadamente de una fuerza con valentía para reestablecer el orden.

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El Salvador

La izquierda en El Salvador se queda completamente afuera del Parlamento por primera vez desde el regreso a la democracia

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El partido FMLN, que surgió de la guerrilla comunista y que dominó la política salvadoreña de los últimos 30 años, se quedó con cero bancas en la Asamblea Legislativa de El Salvador. El partido de Bukele se quedó con 54 de las 60 bancas.

Las elecciones presidenciales del pasado 4 de febrero dieron un masivo triunfo por más del 86% al presidente Nayib Bukele, pero esa no fue la única victoria del oficialismo. En las legislativas, el partido Nuevas Ideas, obtuvo más del 60% de los votos y dejó completamente afuera del Parlamento a la izquierda.

Mientras que el partido de Bukele se quedó con 54 de las 60 bancas de la Asamblea Legislativa, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido que nació a partir de la antigua guerrilla izquierdista que protagonizó la guerra civil entre 1980 y 1992, se quedó con cero bancas.

El FMLN es el partido más importante de El Salvador desde la vuelta a la democracia, habiendo gobernado en múltiples ocasiones en los últimos 30 años, y habiendo dominado el Congreso en los últimos diez.

Sin embargo, esta vez se quedó completamente sin representación. La oposición quedó únicamente en manos del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), de centroderecha y anti-Bukele, que obtuvo solo 2 bancas, y del partido centrista liberal VAMOS, con 1.

Completan las 60 bancas, el Partido de Concertación Nacional (PCN), de centroderecha y aliados de Bukele, con otras 2 bancas, y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), con 1 banca.

El fin de la política tradicional

ARENA y el FMLN dominaron la política salvadoreña entre 1989 y 2019, cuando llegó Bukele a la presidencia. En comparación a esa elección, perdieron más de 800.000 votos, más de 30 puntos del padrón electoral.

Ambos partidos se han visto envueltos en una serie de escándalos de corrupción, y sus principales líderes han sido vinculados al narcotráfico, por lo que perdieron la confianza del electorado, tanto de izquierda como de derecha.

En el caso de Arena, su primer expresidente, Alfredo Cristiani, quien gobernó el país entre 1989 y 1994, enfrenta un proceso por lavado de dinero. Por su parte, el expresidente Antonio Saca fue condenado a 10 años de cárcel por una serie de actos de corrupción durante su gobierno entre 2004 y 2009.

En el caso del FMLN, los expresidentes Mauricio Funes, quien gobernó entre 2009 y 2014, y Salvador Sánchez Cerén, que ocupó la presidencia entre 2014 y 2019, enfrentan una serie de procesos por corrupción durante sus gobiernos.

Ambos ex mandatarios se asilaron en Nicaragua y son protegidos por el dictador comunista Daniel Ortega, quien les otorgó la nacionalidad nicaragüense de manera exprés para impedir que fueran extraditados, y se mantienen allí escondidos de la policía salvadoreña.

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