Seguinos en redes

Economía

Mega-devaluación a días de las elecciones: El dólar rompió récords y rozó los $600 pesos en una jornada histórica

Publicado

en

Todos los segmentos alternativos del dólar registraron importantes aumentos en las operaciones del día lunes, rompieron la barrera del 100% de brecha cambiaria. El Banco Central respondió acelerando el ritmo de la devaluación oficial, y llegó una nueva oleada de remarcaciones.

El equipo económico que lidera Sergio Massa está sin respuesta ante la corrida que empezó a principios de julio y fracasó en su intento por contener la dramática devaluación. En los últimos treinta días, ya acumula una suba de más de $100 y es una de las peores corridas contra el peso desde el 2001.

El tipo de cambio paralelo en el segmento informal se disparó hasta los $597 este día lunes, cuando quedan solamente 6 días para las elecciones primarias. Algunas cuevas llegaron a registrar transacciones con valores de hasta $600 por dólar, pero finalmente se estabilizó en los $596 para cerrar la jornada con una brecha cambiaria superior al 101%.

Con la corrida de este lunes, se alcanzaron los máximos nominales más altos de la historia. La cotización del dólar blue acumuló un aumento de casi el 72% con respecto al mes de enero, muy por encima de la la tasa de inflación acumulada para el periodo, estimada en el 62,3% según el IPC de CABA hasta julio.

Se trata de la séptima corrida en lo que va de la gestión del ministro Massa, pero esta es sin duda la más fuerte que ha experimentado hasta el momento. Desde julio hasta la fecha, el dólar paralelo ya acumuló un salto de más de $100 y el equivalente a un 21,3%.

Muy a diferencia de la primera gran corrida que tuvo Massa, que se desarrolló a lo largo de las últimas tres semanas de abril, esta vez el poder de fuego del Gobierno se encuentra gravemente restringido ya que las reservas internacionales netas marcan un rojo estimado en los US$ 9.000 millones. No hubo suficientes reservas ni para afrontar el último vencimiento con el FMI, que debió ser cubierto por nuevo endeudamiento con la CAF, con el Estado de Qatar y usando buena parte del swap chino.

El dólar Contado con Liquidación (CCL) marcó una cotización de hasta $595,55, similar al dólar blue, con un aumento diario del 1,7% con respecto al cierre de la semana pasada. En este segmento cambiario el aumento acumulado desde enero asciende al 75,7% y también superó a la inflación.

Las intervenciones del Banco Central se canalizan a través del dólar MEP, pero a pesar de las ventas incesantes la cotización de esta paridad cambiaria se disparó a los $ 519 y escaló casi un 1% con respecto al viernes pasado. El dólar MEP acumuló un salto superior al 57% en lo que va del año.

El Banco Central respondió a la debacle cambiaria mediante un nuevo aumento del ritmo de devaluación oficial, como parte del régimen de micro-devaluaciones diarias conocido como crawling-peg. El dólar oficial crece a un ritmo cercano al 8% mensual, alentando que los precios minoristas se adecúen a esa tasa de crecimiento.

En lo que va del 2023 el tipo de cambio oficial aumentó un 58,76%, ligeramente por debajo de lo que marcan las estimaciones de inflación en precios minoristas. Sin embargo, el aumento efectivo fue mucho mayor tras el anuncio de la “devaluación fiscal” en los últimos días de julio. Esto provocó un salto discreto del 7,5% para la mayor parte de las importaciones a través de la generalización del impuesto PAIS.

Economía

Los datos que entierran la gestión de Sergio Massa: El exministro disparó el ratio de la deuda pública hasta el 160% del PBI

Publicado

en

Se trata de la deuda consolidada de la Administración Central, tanto con acreedores externos como con agentes en el mercado de capitales local. Bajo la presidencia de Alberto Fernández se produjo un salto de casi 70 puntos del PBI en nuevo endeudamiento, como resultado de la brusca devaluación de la moneda.

La administración kirchnerista tras de sí un verdadero tendal inflacionario y recesivo sobre la economía del país, pero la emisión sin respaldo no fue la única vía de financiamiento que tuvo el crecimiento del Estado, sino que también se optó por el frenético endeudamiento.

La deuda consolidada de la Administración Central se incrementó del 89,8% del PBI en 2019 a un récord del 157,9% en 2023, la mayor cifra desde el año 2002. Visto de otro modo, el stock de deuda medido en dólares corrientes al tipo de cambio oficial del Banco Central aumentó de los US$ 323.065 millones en el último trimestre de 2019 a más de US$ 370.000 millones al término del año pasado. Los datos fueron confirmados por el Ministerio de Economía, como parte de su último informe trimestral.

Asimismo, el stock de deuda contraída con acreedores extranjeros se vio incrementada del 43,3% del PBI en 2019 al 59,2% en 2023, registrando un salto especialmente pronunciado en el último año de la gestión kirchnerista con Sergio Massa como ministro de Economía.

De hecho, el 72% de la deuda de la Administración Central fue contraída en moneda extranjera, mientras que una gran parte del 28% restante contraída en pesos es deuda indexada por el índice de inflación (deuda que no se puede licuar).

La administración Fernández legó un perfil de vencimientos de deuda extremadamente aplastante para los años venideros, y en particular para el año 2024. Esto se debe a la fatídica reestructuración llevada a cabo por el exministro Martín Guzmán en 2020, una reestructuración cuyos resultados trataron de ser escondidos por el propio Fernández en ese mismo año, aunque sin ningún éxito.

Bajo el caótico esquema de la política económica kirchnerista, este stock de deuda no era sostenible y la tasa de Riesgo País (por riesgo de default, devaluación o ambas cosas al mismo tiempo) osciló entre los 2.500 y los 3.000 puntos básicos, todo esto por encima de la tasa de interés internacional de referencia.

El Riesgo País colapsó hasta los 1.200 puntos básicos en los primeros meses de la presidencia de Javier Milei, en respuesta a los sólidos resultados fiscales conseguidos en el primer trimestre del 2024, un hecho que permite afianzar la confianza del país frente a sus principales acreedores.

El ministro Luis Caputo anunció, además, que a pesar de la drástica caída de la tasa de riesgo, el Gobierno evitará contraer nuevamente deuda en el mercado internacional de capitales, por cuanto no se lo considera necesario en vista del estricto ordenamiento de las finanzas públicas.

Seguir Leyendo

Economía

Rotundo éxito de la desregulación del mercado inmobiliario: La oferta de viviendas en alquiler se disparó un 240% desde la implementación del DNU

Publicado

en

Contrariamente a lo que defendió el kirchnerismo y la izquierda a lo largo de la campaña electoral del 2023, la desregulación inmobiliaria está permitiendo que miles de personas puedan acceder al alquiler en Argentina. El valor real de los precios de alquiler se redujo en un 34% desde la vigencia del DNU.

El Presidente Javier Milei cumplió su promesa de campaña en relación a la desregulación del mercado de alquileres, derogando las corrosivas normativas dictadas por el Gobierno kirchnerista en 2020. 

Los resultados están a la vista: la oferta de viviendas puestas en alquiler se disparó un 240% solamente en la Capital Federal, y este efecto expansivo se registró en cada rincón del país, al ser dinamitadas las restricciones arbitrarias de la gestión anterior. El apuntalamiento de los derechos de propiedad y la mayor flexibilidad para negociar precios, permitieron que muchos propietarios vuelvan a confiar sus bienes inmuebles al mercado del alquiler.

Pero los mayores beneficiarios de la desregulación fueron los propios inquilinos: se estima que el valor real de los alquileres se desplomó en un promedio de por lo menos 34% desde la vigencia del Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) establecido por el Gobierno.

Y de acuerdo a los datos publicados por el INDEC, en la región del Gran Buenos Aires el valor real de los alquileres se redujo en un 22% desde diciembre del año pasado. Se trata del rubro que más se apartó de la variación promedio de los precios desde entonces (denotada por el IPC del organismo oficial).

En otras palabras, el precio promedio de los alquileres en el mercado se incrementó sistemáticamente por debajo de la tasa de inflación de la economía, y también por debajo del crecimiento de los salarios. 

El poder adquisitivo de los argentinos se vio favorecido a la hora de lidiar con los costos de alquilar. Dada una demanda relativamente constante en el mercado, la explisión de la oferta de propiedades en alquiler permitió que los precios simplemente colapsaran en términos reales. 

Los sucesivos y drásticos aumentos perpetrados durante la legislación anterior simplemente dejaron de ser convalidados por los usuarios, ya que ahora disponen de una gran variedad de alternativas para poder alquilar.

La legislación anterior protegía virtualmente solo a aquellos usuarios con la suerte de disponer de un alquiler ya contratado, ya que se veía licuado el valor real del mismo con el paso del tiempo. Pero este fuerte desincentivo a la oferta de viviendas generó un alza de precios en términos reales que terminó por levantar una enorme barrera a la entrada en el mercado.

Cada vez más, los beneficios de la Ley de Alquileres del año 2020 se dirigían a los usuarios de mayores ingresos que tuvieron la suerte de poder saltear las crecientes barreras a la entrada del mercado, pero solo a costa de miles de personas que desafortunadamente fueron expulsadas de toda posibilidad de alquilar debido a los precios exorbitantes y la escasez de alternativas de vivienda.

Seguir Leyendo

Economía

El Presidente Biden anunció una nueva guerra comercial contra China: Se establecieron aranceles de entre el 25% y el 100%

Publicado

en

Biden desató una agresiva impronta arancelaria contra China como no se veía desde el año 2019. Se espera una pronta respuesta arancelaria por parte del régimen de Xi Jinping, desatando así una nueva guerra comercial que repercutirá a nivel global.

En medio de la campaña electoral, y viéndose superado por las principales encuestas frente a su contrincante republicano Donald Trump, el Presidente Joe Biden anunció una oleada de represalias arancelarias en contra de las importaciones provenientes de China, muchas de las cuales afectan a sectores especialmente dinámicos y competitivos.

Biden tomó la decisión de establecer recargos drásticamente más elevados en comparación a los que había establecido su predecesor entre 2018 y 2019, pero con una lógica sustancialmente diferente: esta vez se pretende articular una protección de carácter permanente, y los aranceles ya no se ven inmiscuidos como una mera regla de negociación para que China profundice la desregulación sobre su mercado de divisas.

El Presidente Biden anunció una impronta abiertamente proteccionista, y los principales damnificados de esta política serán los propios consumidores estadounidenses que deberán enfrentarse a precios y costos más elevados. Se anunciaron las siguientes disposiciones contra las importaciones chinas:

  • Arancel del 25% sobre el acero y el aluminio
  • Arancel del 50% sobre semiconductores y paneles solares
  • Arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos

Los aranceles anunciados protegerán a la industria estadounidense frente a la competencia china, en detrimento de la calidad de sus productos y del poder adquisitivo de los consumidores locales. Muchas enfrentas enfrentarán un gran aumento de costos que sin lugar a dudas será trasladado al bolsillo del consumidor.

También constituye un fuerte desaliento para la inversión extranjera directa de largo plazo, ya que la constante alteración de las reglas de juego generan un clima de inestabilidad que hace imposible la previsión.

Pero incluso a pesar de los evidentes daños generados para los consumidores, los beneficios para la industria estadounidense podrían verse diluídos rápidamente, tan pronto como aparecieron en primer lugar.

Dado el gran tamaño de la economía estadounidense, resulta factible que la aplicación de aranceles puntales revitalicen frente a su par asiático. Sin embargo, es casi un hecho el régimen chino adoptará medidas arancelarias de represalia en la dirección opuesta, desatando una nueva y agresiva guerra comercial.

En caso de que esto ocurra, y con toda seguridad resulta el escenario más probable, entonces quedarían erradicadas todas las ganancias de competitividad que pudiera tener Estados Unidos frente a China. 

El resultado de equilibrio podría traer aparejado un nivel más alto de precios internos tanto en China como en Estados Unidos, pero ninguna ganancia de competitividad para ninguno de los dos países debido a que la relación entre aranceles permanecería relativamente constante.

Seguir Leyendo

Tendencias