Seguinos en redes

Estados Unidos

La "guerra civil" del Partido Demócrata, a pleno en el noveno debate

La oposición a Donald Trump mostró más desunión que nunca entre el ala socialista y el establishment partidario. Michael Bloomberg realizó su debut y fue el principal blanco de las críticas.

Publicado

en

El conflicto se instaló desde la primera pregunta, y tuvo al senador socialista Bernie Sanders y al billonario neoyorquino Michael Bloomberg como protagonistas, en una noche donde los 6 participantes intentaron copar el protagonismo.
Sanders, como es costumbre en el candidato que lidera las encuestas, estuvo a la defensiva durante todo el evento, y continúo su usual estrategia de repetir sus discursos y sus respuestas de manera implacable – la vieja noción de que "si no está roto, no lo arregles". 
Se defendió de múltiples ataques de Bloomberg, así como del ex-alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, y la senadora por Minnesota, Amy Klobuchar, quienes se enfocaron en el radicalismo de sus propuestas, sus chances contra el actual Presidente Donald Trump, y la violencia de algunos de sus seguidores. Sanders prefirió enfocarse en atacar a Bloomberg, la personificación del "billonario malvado" sobre el que tanto suele insistir, pero también se mostró frustrado al recibir ataques de Buttigieg, con quien pareciera guardar cierto rencor tras la sorpresiva victoria del joven ex-alcalde en el caucus de Iowa a principios de Febrero, y el estrechísimo 1.3% que los separó en la primaria de New Hampshire, estado donde Sanders había ganado por más de 22 puntos en 2016.
El debut de Bloomberg fue muy flojo, y se notó la falta de costumbre, preparación, y quizá hasta de interés. Logró rebatir múltiples críticas sobre políticas "racistas" y comentarios "sexistas" en su pasado, pero se mostró incapaz de responder en varias ocasiones, particularmente cuando la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren, lo interrogó sobre las mujeres que lo han acusado de acoso sexual, quienes no pueden declarar en público al respecto por acuerdos de confidencialidad que firmaron con el empresario. El ex-alcalde de Nueva York desentonó con el resto de los candidatos, y en múltiples ocasiones pareció expresar la opinión de un republicano cualquiera, particularmente en sus 3 mejores momentos de la noche, cuando denunció el fracaso del comunismo, la hipocresía de un socialista millonario, y respondió a la consigna que compartió en el pasado Sanders en Twitter opinando que "los billonarios no deberían existir".

"¡No vamos a desechar el capitalismo! Ya lo intentamos, otros países lo intentaron, se llamó comunismo y simplemente no funcionó."

"Miren qué país maravilloso tenemos, el socialista más conocido es un millonario con 3 casas."

Moderador: "¿Debería haber ganado tanto dinero? 
Bloomberg: "¡Si! Trabajé muy duro para ello"

Entre los demás candidatos, Pete Buttigieg realizó un buen papel defendiendo las críticas de Warren, Sanders y Klobuchar, e intentando posicionarse como una tercera posición entre "el status quo",  representado por Bloomberg, y la "revolución" que propone Sanders. Amy Klobuchar, envalentonada por su tercer puesto en New Hampshire, salió con los tacones de punta contra Bloomberg, Sanders, y su rival más cercano, Buttigieg, con quien llegó al punto de aludir ofensa personal, estrategia que no funcionó tan bien como esperaba ya que Buttigieg no mordió el anzuelo. La senadora se mostró incómoda cuando le preguntaron sobre la reciente entrevista donde no supo nombrar al presidente de México, aludiendo primero a "un olvido", y luego cambiando su versión y atribuyéndolo a un "error", tras lo cual intentó mostrar como virtud su capacidad de reconocer errores.

Y entre los candidatos peor posicionados, Elizabeth Warren se mostró revigorizada pero no logró resolver su principal dilema: una crisis de identidad que la llevó en poco tiempo de pelearle a Sanders el liderazgo del ala progresista-radical del partido, a moderar sus posturas y enfocar sus ataques en Bloomberg, Buttigieg y Klobuchar, para intentar traccionar votos moderados y pro-establishment. La aparente cercanía que venía mostrando con Klobuchar (generando especulación de una posible fórmula conjunta) se rompió cuando Warren acusó al plan de salud de Klobuchar de ser "una nota post-it" y de "solo dos párrafos", comentarios que Klobuchar tomó a pecho. 

Y finalmente, el ex-vicepresidente Joe Biden se mostró energizado, cometiendo menos furcios, y dispuesto a dar pelea contra Bloomberg, quien está acaparando su electorado moderado y conservador, pero a pesar de su mejor debate hasta ahora, no logró adquirir el protagonismo que necesitaba para remontar y volver a la carrera. Un mal resultado en las futuras primarias de Carolina del Sur (a realizarse el 29 de Febrero), estado donde Biden viene haciendo campaña hace meses, podría significar el prematuro final de la campaña de quien fuera considerado por mucho tiempo el favorito.

Este noveno debate de la primaria del Partido Demócrata se llevó a cabo en Las Vegas, Nevada. El intercambio se llevó a cabo a tan solo 3 días del caucus (elección primaria a voto cantadoque se realizará en Nevada, donde Bernie Sanders figura como favorito, al igual que en las encuestas nacionales.

Haga clic para comentar

Usted debe estar conectado para publicar un comentario Inicio de sesión

Deja una Respuesta

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

Publicado

en

El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

Seguir Leyendo

Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

Publicado

en

El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

Seguir Leyendo

Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

Publicado

en

El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

Seguir Leyendo

Tendencias