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Economía

Los 16 meses de Massa: Se duplicó la inflación, el dólar subió un 230% y casi 2 millones de personas más se hundieron en la pobreza

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El candidato del kirchnerismo entra en el podio de los peores ministros de Economía de la historia argentina en base a los números que logró en su casi año y medio de gestión. La economía está al borde de la hiperinflación y la mitad de los argentinos son pobres.

Como ministro de Economía, Sergio Massa asumió ese rol en agosto de 2022 con cuatro ejes bien delimitados y concretos: ordenamiento fiscal, sostenimiento del superávit comercial, fortalecimiento de las reservas internacionales, y desarrollo con inclusión social. Esas fueron las líneas de acción trazadas a partir de las cuales su gestión prometía resultados.

Pero ya pasaron 16 meses desde entonces, y los resultados no aparecen. El Ministro y candidato del oficialismo fracasó en todo irremediablemente. Pero de cara al balotaje del próximo domingo volvió a relanzar sus iniciativas, prometiendo todo lo que no pudo hacer en más de un año de ejercicio de la función pública.

El fracaso en el ordenamiento fiscal y la inflación

Massa asumió el cargo de Ministro cuando la tasa de inflación rondaba el 70% interanual, y bajo su gestión la llevó a más del 142% según el último dato publicado por el INDEC correspondiente al mes de octubre. Prácticamente se duplicó en solo 15 meses. La inflación mensual, que promediaba el 5,9% en los últimos 3 meses anteriores a la gestión de Massa, saltó bruscamente a más del 11% en los últimos 3 meses que publicó el organismo oficial para 2023.

El origen de este problema se vincula directamente con el fracaso de la meta fiscal. El déficit primario del Gobierno nacional alcanzaba el 2,9% del PBI en julio de 2022, y se mantuvo prácticamente inalterado desde entonces.

Todos los recortes iniciales fueron compensados nuevamente a partir de la primera mitad del año 2023. Y como los intereses de deuda continuaron aumentando, el déficit financiero total escaló del 4,3% del PBI a más del 5% durante la gestión de Massa. La mayor parte de los desequilibrios se financiaron con el rescate monetario del Banco Central.

El fracaso en la acumulación de reservas

Cuando Massa llegó a la cartera de Economía las reservas netas del Banco Central alcanzaron los US$ 2.300 millones. Desde entonces, se instrumentaron una serie de parches diseñados para acumular divisas pese a la acción del cepo cambiario, entre ellos el llamado “Programa de Incremento Exportador” (PIE), y tipos de cambio múltiples. 

También se restringió severamente el volumen de importaciones a través de la generalización del sistema SIRA hasta prácticamente cubrir la totalidad de las líneas arancelarias de referencia. Nada de esto funcionó.

Las estimaciones privadas sugieren que las reservas netas del Banco Central ya superan un rojo de más de US$ 10.000 millones, quiere decir que se perdieron hasta 12.300 millones de dólares a lo largo de la gestión Massa. Sin lugar a dudas, el objetivo de “fortalecimiento de las reservas” resultó en un completo fracaso para el Ministro.

El fracaso en el balance externo de la economía

Uno de los objetivos manifiestos por el sostenimiento del balance comercial positivo, pero la incesante apreciación cambiaria provocada por el cepo cambiario y la penalización a las exportaciones vía brecha cambiaria y retenciones, generan una tendencia casi natural hacia el déficit.

Nuevamente, el sistema para “administrar” el comercio exterior y boicotear el ingreso de importaciones fue el SIRA que desplegó Massa desde octubre del año pasado, pero la represión financiera no fue capaz de resolver el problema.

A partir del segundo trimestre del año Argentina volvió a tener déficit comercial, y por lo tanto a perder divisas desde el Banco Central por sus operaciones vinculadas al comercio exterior. El Gobierno debió hacer uso del endeudamiento con China para financiar importaciones en yuanes con el gigante asiático y con Brasil (tras un acuerdo preferencial con Lula), pero ni así se logró contener la presión deficitaria en el balance externo.

El fracaso en el desarrollo con inclusión social

Este fue uno de los tópicos en los cuales el Gobierno cosechó su más contundente fracaso. La pobreza llegaba al 37% cuando Massa se hizo cargo del ministerio de Economía. El último dato publicado por el INDEC para el primer semestre de 2023 informó por un 40% a nivel nacional, y alcanzando a más del 56% de los chicos menores de 14 años.

No solo se registra un problema actual, sino que además se condena al capital humano para el futuro debido a la proliferación de situaciones de inseguridad alimentaria, las cuales condicionan el posterior aprendizaje y desarrollo profesional de millones de personas.

Pero los datos del INDEC son obsoletos porque solo informan hasta el mes de junio, y las estimaciones de la Universidad Torcuato Di Tella para septiembre sugieren que la pobreza ya habría saltado por lo menos al 42%.

Economía

El Presidente Biden anunció una nueva guerra comercial contra China: Se establecieron aranceles de entre el 25% y el 100%

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Biden desató una agresiva impronta arancelaria contra China como no se veía desde el año 2019. Se espera una pronta respuesta arancelaria por parte del régimen de Xi Jinping, desatando así una nueva guerra comercial que repercutirá a nivel global.

En medio de la campaña electoral, y viéndose superado por las principales encuestas frente a su contrincante republicano Donald Trump, el Presidente Joe Biden anunció una oleada de represalias arancelarias en contra de las importaciones provenientes de China, muchas de las cuales afectan a sectores especialmente dinámicos y competitivos.

Biden tomó la decisión de establecer recargos drásticamente más elevados en comparación a los que había establecido su predecesor entre 2018 y 2019, pero con una lógica sustancialmente diferente: esta vez se pretende articular una protección de carácter permanente, y los aranceles ya no se ven inmiscuidos como una mera regla de negociación para que China profundice la desregulación sobre su mercado de divisas.

El Presidente Biden anunció una impronta abiertamente proteccionista, y los principales damnificados de esta política serán los propios consumidores estadounidenses que deberán enfrentarse a precios y costos más elevados. Se anunciaron las siguientes disposiciones contra las importaciones chinas:

  • Arancel del 25% sobre el acero y el aluminio
  • Arancel del 50% sobre semiconductores y paneles solares
  • Arancel del 100% sobre los vehículos eléctricos

Los aranceles anunciados protegerán a la industria estadounidense frente a la competencia china, en detrimento de la calidad de sus productos y del poder adquisitivo de los consumidores locales. Muchas enfrentas enfrentarán un gran aumento de costos que sin lugar a dudas será trasladado al bolsillo del consumidor.

También constituye un fuerte desaliento para la inversión extranjera directa de largo plazo, ya que la constante alteración de las reglas de juego generan un clima de inestabilidad que hace imposible la previsión.

Pero incluso a pesar de los evidentes daños generados para los consumidores, los beneficios para la industria estadounidense podrían verse diluídos rápidamente, tan pronto como aparecieron en primer lugar.

Dado el gran tamaño de la economía estadounidense, resulta factible que la aplicación de aranceles puntales revitalicen frente a su par asiático. Sin embargo, es casi un hecho el régimen chino adoptará medidas arancelarias de represalia en la dirección opuesta, desatando una nueva y agresiva guerra comercial.

En caso de que esto ocurra, y con toda seguridad resulta el escenario más probable, entonces quedarían erradicadas todas las ganancias de competitividad que pudiera tener Estados Unidos frente a China. 

El resultado de equilibrio podría traer aparejado un nivel más alto de precios internos tanto en China como en Estados Unidos, pero ninguna ganancia de competitividad para ninguno de los dos países debido a que la relación entre aranceles permanecería relativamente constante.

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Colapsa la inflación a un dígito: La suba de precios fue de 8,8% mientras que la núcleo fue de 6,3%, lo valores más bajos en casi un año

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La mayor parte de los aumentos se observaron en los bienes y servicios regulados, como resultado de una necesaria corrección de precios relativos que había postergado el Gobierno anterior.

El INDEC informó que la tasa de inflación minorista correspondiente al mes de abril finalizó en torno al 8,8% con respecto a marzo, marcando así el cuarto descenso consecutivo de la variación de precios. La cifra anunciada se encontró en línea con lo esperado por la mayoría de las consultoras privadas del país.

La tasa de inflación interanual alcanzó el 289,4% frente al mismo mes del año pasado, y se espera que pueda comenzar a bajar a partir del dato del mes de mayo debido al efecto de arrastre estadístico que se acumula desde el salto de diciembre.

La variación mensual más importante se registró sobre las tarifas de servicios públicos, como parte de una necesaria corrección de precios relativos. Los precios de la vivienda y los servicios de agua, electricidad, gas y combustibles aumentaron en un promedio de 35,6% en abril, más de cuatro veces la tasa de inflación general del mes.

Asimismo, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas subió en un promedio del 6%, por debajo de la inflación general. Esto anticipa una cierta recomposición de ingresos, que ya habría comenzado en febrero según los datos de remuneraciones aglutinados en el SIPA.

La tasa de inflación para aquellos bienes y servicios estrictamente regulados fue del 18,4%, como resultado del proceso de sinceramiento que se atraviesa desde el 10 de diciembre. El verdadero resultado de la política fiscal y monetaria se corresponde con el fuerte descenso de la inflación núcleo, que fue del 6,3% en abril y se anotó la variación más baja en 15 meses

La tasa de inflación núcleo, que elimina el impacto de los precios de las tarifas públicas y los bienes con comportamiento estacional, había alcanzado el 28,3% al cierre de diciembre, y desde enero comenzó un fuerte proceso de reducción a la par del ajuste fiscal y monetario.

Asimismo, los precios mayoristas relevados en el IPIM del INDEC llegaron a aumentar hasta un 54,3% en diciembre (prácticamente una hiperinflación de manual), y esta variación se redujo drásticamente 5,4% al término de marzo

La política económica que lleva adelante el oficialismo impactó primero en el tipo de cambio, más tarde en los precios mayoristas y luego en los minoristas. Se espera que el último eslabón en reaccionar a la desinflación sean precisamente los salarios, con lo cual podría registrarse un proceso de recomposición en el poder de compra conforme baje la inflación en los próximos meses.

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El Banco Central encontró pérdidas adicionales por US$ 45.000 millones de dólares que el kirchnerismo había dejado escondidas

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Se trata de la valuación de las Letras Intransferibles deliberadamente encajadas al Tesoro computando valores ficticios y artificiales, una maniobra iniciada durante la gestión del expresidente Kirchner pero que profundizó Massa en su paso como Ministro de Economía. 

Tras años de maquillaje en las estadísticas del Banco Central, el presidente Santiago Bausili al frente de la institución decidió llevar a cabo un sinceramiento monetario para mostrar el verdadero resultado del balance según las normas contables vigentes.

De acuerdo a las correcciones exhaustivas llevadas a cabo, el BCRA sumó un quebranto a su balance de por lo menos US$ 45.000 millones como resultado de las pésimas administraciones kirchneristas en los últimos 20 años.

Este resultado se debe a la valuación de las Letras Intransferibles que el Tesoro utilizó para hacerse de las divisas en el BCRA en la gestión del expresidente Néstor Kirchner, práctica que se continuó desde el año 2007.

Estos instrumentos se utilizaron para canjear deliberadamente las reservas del Central a cambio de un papel sin mayor importancia y meramente ceremonial en los asientos contables, una práctica que impulsó el entonces ministro de Economía Sergio Massa a todo vapor.

“El principal impacto de esta adecuación se observa en los criterios de valuación de las Letras Intransferibles y Otras Letras del Tesoro Nacional en dólares estadounidenses, así como de los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional”, resalta el comunicado de la autoridad monetaria.

Se calcula que la verdadera valuación de las Letras Intransferibles es hasta un 60% inferior al resultado que hasta ahora se contemplaba en la hoja de balance del BCRA, y como resultado se obtiene el “costo de sinceramiento” por la suma equivalente a los US$ 45.000 millones de dólares respectivamente.

Asimismo, la administración de Bausili dispuso de un nuevo cambio en el funcionamiento de la institución y su comportamiento con respecto al Tesoro: se detendrá abruptamente el envío de transferencias de utilidades al Tesoro Nacional, ya que estas simplemente constituían un artilugio contable que escondía la monetización del déficit fiscal.

Lo que ocurría anteriormente es que el Banco Central reportaba supuestas “ganancias” por la mera tenencia de divisas en su poder, ya que estas se veían revaluadas en pesos con cada devaluación ejecutada sobre el cambio oficial. Pero estas ganancias fueron meramente contables, jamás existieron y no se explicaron por la propia operativa del banco.

Desde el 10 de diciembre del año pasado el BCRA también abortó cualquier tipo de transferencia por concepto de Adelantos Transitorios, la principal fuente de monetización fiscal por vía directa. Son pasos necesarios para 

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