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Estados Unidos

El republicano McCarthy asume como Presidente de la Cámara con fuertes concesiones a Donald Trump

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Unos 20 diputados trumpistas bloquearon la elección de McCarthy por tres días, rompiendo el récord de 1923, y lograron que el nuevo Speaker les acepte todas las peticiones.

En una noche de negociaciones que quedará para la historia, el republicano Kevin McCarthy, diputado por California, ganó la elección para Presidente de la Cámara de Representantes («Speaker») y ocupará el cargo más importante del Poder Legislativo y estará tercero en la sucesión presidencial.

McCarthy, un diputado oriundo de Bakersfield, uno de los distritos más conservadores de California, empezó su carrera como un moderado pero dio un fuerte giro a la derecha cuando Donald Trump irrumpió en el Partido Republicano.

En 2017, ayudó al entonces presidente a echar a Paul Ryan, entonces líder de los republicanos en el Congreso y un ferviente anti-Trump. Por esta ayuda, Trump lo apoyó para quedarse con el liderazgo del partido.

Su alianza fue fructífera, y McCarthy fue un feroz opositor de Nancy Pelosi entre 2018 y 2020, cuando los demócratas controlaban la Cámara de Diputados. Sin embargo, manchó su carrera cuando le soltó la mano a Trump tras el fraude electoral de 2020, y salió públicamente a recriminarle su retórica.

McCarthy fue uno de muchos que lo habían apoyado durante su presidencia, pero ni bien perdió las elecciones contra Biden, empezó a criticarlo abiertamente. De todos modos, fue prácticamente el único que, tras la asunción del senil presidente en enero del 2021, hizo las paces con Trump y tan solo una semana después, estaba brindándole nuevamente su apoyo con una foto abrazados en Mar-A-Lago.

McCathy con Trump el 28 de enero del 2021.

Es por esto que Trump comenzó a trabajar nuevamente con él y la estrategia que idearon juntos le dio la victoria al Partido Republicano a nivel legislativo en las elecciones de medio término del año pasado, y así McCarthy quedó a un paso de convertirse en el líder de la mayoría y, por consiguiente, en el Presidente de la Cámara.

Pero lo que no se esperaba era que un grupo de 20 diputados, los más de derecha del Congreso y todos autoidentificados como trumpistas, se negaron sistemáticamente a darle su apoyo en una elección para Speaker que venía siendo prácticamente una formalidad en los últimos 100 años.

Quince votaciones a lo largo de 3 días tuvieron que ocurrir para que finalmente McCarthy obtuviera la suficiente cantidad de votos para llegar a la presidencia de Diputados. El viernes por la noche, tras un día entero de negociaciones con el diputado de Florida, Matt Gaetz, todo estaba acordado para que este bloque lo apoyara en la 14ava votación.

Y así lo hicieron 14 de los 20 diputados «rebeldes». Pero cuando la secretaria parlamentaria llegó al nombre de Gaetz, el líder de esta rebelión, quien había estado votando a Donald Trump para presidente de la Cámara (en Estados Unidos el Speaker no tiene que ser necesariamente un diputado electo), se abstuvo, bloqueando una vez más la victoria de McCarthy.

Las escenas siguientes fueron dignas de una película. El republicano por California corrió hasta la banca de Gaetz para recriminarle la «traición», el diputado Mike Rogers, de Alabama, uno de los más cercanos a McCarthy, empezó a insultarlo al floridense y se avalanzó para pegarle, mientras que otro diputado tuvo que agarrarlo de los brazos e incluso taparle la boca para calmarlo, mientras los demás legisladores seguían votando.

La 14ava votación terminó inconclusa y se debió proceder a la boleta número 15. Gaetz, preparado para negociar toda la noche, pidió un cuarto intermedio y que se vuelva a votar recién el lunes, pero McCarthy movió a la bancada para que se vote de vuelta esa noche y envió emisarios al otro lado del recinto a hablar con Gaetz.

En medio de este caos, llegó el peso pesado. Una foto de un periodista de Bloomberg captó el momento exacto en que la diputada Marjorie Taylor Greene, una de las más cercanas a Trump y prácticamente su «embajadora» en el Congreso, le extendió su teléfono al diputado Matt Rosendale, aliado de Gaetz.

Según se pudo ver en otros videos, Rosendale parece decirle que no, hasta que se da cuenta que está el mismísimo Trump del otro lado de la llamada. No se sabe qué se habló en ese momento, pero fuentes en el recinto aseguran que Rosendale le llevó el teléfono a Gaetz y a Lauren Boebert, otra de las diputadas rebeldes, y hablaron unos minutos antes de que se llame a una 15ava votación, que sería la última.

La diputada Greene le entrega el teléfono con «DT» (Donald Trump) en la llamada a Rosendale, para destrabar la negociación.

Tanto Gaetz como Boebert mantuvieron su voto de abstención, negándose a quedar como que apoyaron a McCarthy como Speaker. Sin embargo, los diputados Andy Biggs, Eli Crane, Bob Good y el propio Rosendale, que venían votando a otros diputados para el cargo, decidieron abstenerse.

Con las abstenciones, el mínimo de 218 votos positivos bajó a 214, y con 216 apoyos, McCarthy finalmente fue electo. En tres días de votaciones, los rebeldes subieron de 19 a 20, y luego fueron bajando hasta 0.

Más allá del espectáculo de negociaciones entre los políticos, que siempre suele maravillar a los espectadores aunque el contenido de las discusiones muchas veces sea en su detrimento, esta vez el resultado fue el ideal.

McCarthy siempre iba a ser electo Speaker, ya que contaba tanto con el apoyo de los republicanos moderados como de un sector de los republicanos más de derecha, a los que ya le había hecho promesas para su período como presidente de la Cámara.

Pero con esta «rebelión», los 20 diputados más de derecha del Congreso lograron que McCarthy tuviera que conceder en absolutamente todos los puntos que le habían pedido antes de las votaciones pero que el líder del partido había rechazado.

Así se votó en las 15 elecciones para elegir a Kevin McCarthy como Speaker. En 1923, se habían necesitado 9 votaciones.

Qué prometió McCarthy para calmar la rebelión en el Partido Republicano

El diputado por California concedió en todos los frentes. El punto más importante, y por el que se cree que Gaetz se abstuvo en vez de votarlo en la 14ava nominación, es un cambio en las reglas de elección del presidente de la Cámara.

McCarthy accedió a introducir la llamada «regla de Jefferson«, que facultará a cualquier diputado del Congreso a llamar una moción de vacancia contra el Speaker cuando así lo desee, y la persona no podrá volver a asumir el cargo hasta que gane otra votación como esta.

La regla había existido en los primeros años del Congreso de los Estados Unidos, pero fue eliminada en el pasado para darle más poder a los líderes del partido. Esta reintroducción de la medida permitirá que si McCarthy no cumple con sus promesas, los 20 diputados «rebeldes» pueden sacarlo del cargo.

Otro punto muy importante de sus promesas, y con lo que convenció a los más línea dura, es que creará un comité investigador con plenas facultades para llamar a indagatoria, presidido por el diputado Thomas Massie, uno de los más derechistas del Congreso.

Este comité tendrá, por el momento, dos frentes. Por un lado, buscará investigar a los laboratorios que produjeron las vacunas contra el Covid-19 y llamará a declarar al Dr. Anthony Fauci, asesor de Salud de la Casa Blanca de Biden en los últimos 2 años, por las medidas sanitarias que tomó, como la cuarentena y los pases sanitarios.

Por otro lado, el comité abrirá una investigación sobre los «Twitter Files«, que Elon Musk recientemente publicó y demuestran que la anterior administración de la red social trabajó ilegalmente junto con el FBI para censurar a opositores de Joe Biden, especialmente entorno a la noticia de la laptop de su hijo, Hunter Biden, que tiene evidencia incriminatoria contra toda su familia por negocios corruptos en Ucrania, Rusia y China.

McCarthy también prometió que incluirá en los proyectos de ley para ser tratados y aprobados este año una ley que introduzca límites a los mandatos de diputados y senadores federales, otra que obligue al Poder Ejecutivo a reforzar la frontera y terminar la construcción del muro de Trump, y por último una que prohíba la vacunación obligatoria y cierre el «fondo de emergencia covid» con el que Biden está financiando masivos gastos del gobierno.

Por último, McCarthy prometió que durante su gestión se votarán lo que se conoce como «Single Subject Bills«, que tratan temas específicos y son relativamente cortas, a diferencia de las «Omnibus Bills» que mezclan múltiples proyectos de ley en uno solo y obligan a los diputados a votar por todo o nada.

Además, todas las leyes serán votadas 72 horas después de que ingresen al recinto, para darle tiempo a todos los diputados de leer el contenido de la ley. Por ejemplo, la última Ley de Estímulo de Biden que se aprobó a las corridas ante de Año Nuevo (y antes que asuma el nuevo Congreso con mayoría republicana), fue votada 8 horas después de que se le entregue una copia a los diputados. La ley tenía más de 1.400 páginas.

Como explicó la diputada trumpista Anna Paulina Luna, si McCarthy falla en entregar cualquiera de estos puntos, puede ser vacado de su cargo y un nuevo presidente de la Cámara deberá ser electo por los republicanos.

Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como «soñadores«, quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: «Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes«.

«Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA«, continuó.

«Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde «hay bajos niveles de acceso al voto».

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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Estados Unidos

Trump le saca 6 puntos a Biden en una encuesta de CNN y suenan las alarmas en la campaña demócrata a cinco meses de las elecciones

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El equipo de campaña del Partido Demócrata entró en crisis esta semana tras la publicación de una encuesta del medio ultra-partidario CNN que solía dar a Biden más de diez puntos arriba de Trump, pero ahora reveló al republicano seis puntos por encima.

El expresidente Donald Trump está midiendo a niveles récord de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre, obteniendo su mayor ventaja jamás registrada en una encuesta de CNN que se realizó esta semana.

Trump, con un 49%, está seis por ciento por delante del 43% de Biden, una diferencia en su favor nunca antes vista en las encuestas, ni siquiera cuando el republicano le ganó a Hillary Clinton en el 2016.

Cabe aclarar que la encuestadora de CNN, la empresa basada en Pensilvania, SSRS Research, suele tener un fuerte sesgo en favor de los demócratas. De hecho, nunca había medido a Trump por encima de un oponente demócrata hasta ahora.

La diferencia de Trump sobre Biden se agranda cuando se agrega a la encuesta candidatos de terceros partidos como el liberal Robert F. Kennedy Jr., la ecologista Jill Stein y el socialista Cornel West, la ventaja de Trump sobre Biden crece a casi dos dígitos.

Dado que todos estos candidatos de partidos menores le quitan votos a Biden, en ese escenario Trump tiene un 42%, Biden tiene un 33%, Kennedy tiene un 16%, West un 4% y Stein un 3%, poniendo al reppublicano nueve puntos por encima de la oferta demócrata.

Este escenario todavía no mide al candidato del Partido Libertario, que suele sacar entre un 2 y un 3 por ciento de los votos, y le suele robar íntegramente votos al Partido Republicano, por lo que se puede esperar que a fin de cuentas la balanza resulte más equilibrada.

De todos modos, esta medición, aunque indica un fuerte clamor popular por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, no asegura su victoria. Las elecciones en Estados Unidos no se ganan por voto poular, si no que se ganan por quien se impone en la mayor cantidad de estados.

De esta manera, es importante mirar la intención de voto en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Minnesota, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Nevada y Virginia. Trump, para ganar, necesita no solo ganar los estados usualmente republicanos, sino que tiene que ganar en por lo menos 5 de éstos.

Según las últimas encuestas para estos estados, a la fecha y siguiendo el índice promedio de la agregadora de sondeos RCP, Trump se impone en todos los estados clave menos en dos: Minnesota y Virginia.

  • Pensilvania: Trump: 48,3%; Biden: 47,7%; Indecisos: 4,0%.
  • Michigan: Trump: 46,3%, Biden: 45,0%; Indecisos: 8,7%.
  • Wisconsin: Trump: 49,3%; Biden: 47,5%; Indecisos: 3,2%.
  • Minnesota: Trump: 40,7%; Biden: 43,0%; Indecisos: 16,3%.
  • Georgia: Trump: 49,2%; Biden: 45,2%; Indecisos: 5,6%.
  • Arizona: Trump: 49,3%; Biden: 44,3%; Indecisos: 6,4%.
  • Carolina del Norte: Trump: 48,4%; Biden: 43,0%; Indecisos: 8,6%.
  • Nevada: Trump: 48,8%; Biden: 44,0%; Indecisos: 7,2%.
  • Virginia: Trump: 42,0%; Biden: 46,3%; Indecisos: 11,7%.

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